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El legendario boxeador Mike Tyson llegó a su entrenamiento en un impresionante Rolls-Royce valorado en 500,000 dólares, desafiando rumores sobre supuestos problemas financieros. Este dato no es solo anecdótico, ya que refleja su estabilidad económica gracias a su exitosa incursión en la industria del cannabis, donde su empresa ha generado ganancias millonarias.
A pesar de no necesitar el dinero, Tyson aceptó una jugosa bolsa de menos de 20 millones de dólares para enfrentar al influencer Jake Paul el próximo 15 de noviembre. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la declaración alarmante que dejó en respuesta a por qué volvía al cuadrilátero. Tyson expresó:
«No quiero morir en una habitación de hospital, quiero morir arriba del ring.»
Estas palabras han desatado un debate sobre la motivación del excampeón, quien parece decidido a desafiar los límites del cuerpo y la mente en un combate que promete ser histórico.
Por otro lado, Jake Paul, con 11 peleas en su haber, enfrenta su mayor reto hasta ahora al medirse con una leyenda del boxeo. Este enfrentamiento es uno de los más esperados del año, combinando el poderío de Tyson y la juventud de Paul en una batalla que será transmitida a nivel mundial.
¿Qué opinas de las palabras de Tyson y de este combate? ¿Es un regreso glorioso o un riesgo innecesario? Déjanos tu comentario.
