Estados Unidos endurece políticas migratorias con la Ley Laken Riley

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Santo Domingo. – El especialista en inmigración Héctor Jean Espaillat analizó los recientes cambios en la política migratoria de Estados Unidos, impulsados por el presidente Donald Trump, y destacó la implementación de la Ley Laken Riley como una estrategia para reducir la inmigración ilegal en el país.

Espaillat señaló que en los primeros días de la nueva administración se han producido más cambios migratorios que en los últimos ocho años, lo que responde a una estrategia política centrada en la seguridad nacional. Explicó que actualmente hay 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y que, en los últimos cuatro años, han ingresado seis millones más, lo que ha llevado al Gobierno a tomar medidas drásticas para controlar el flujo migratorio.

Entre las principales disposiciones de la Ley Laken Riley, Espaillat destacó que ahora las deportaciones pueden realizarse en todo el territorio estadounidense, eliminando la restricción que limitaba esta acción a un radio de 100 millas desde la frontera. Asimismo, los llamados “estados santuarios”, así como escuelas y hospitales, ya no estarán exentos de estas acciones.

Otro cambio significativo es que cualquier inmigrante acusado de un delito podrá ser deportado sin necesidad de comparecer ante un juez, lo que, según Espaillat, es una medida sin precedentes en la historia migratoria de Estados Unidos.

Además, la nueva ley endurece las condiciones para la solicitud de asilo. Espaillat explicó que antes los solicitantes podían permanecer en el país con permisos de trabajo y acceso a beneficios mientras se evaluaban sus casos, lo que podía tardar hasta seis años. Ahora, aquellos con antecedentes judiciales pendientes podrán ser deportados de inmediato, sin importar el estado de su proceso de asilo.

El experto también hizo un llamado a quienes consideran emigrar de manera irregular o quedarse en Estados Unidos con una visa vencida, advirtiendo sobre las consecuencias de la presencia ilegal, que incluyen deportación y prohibición de reingreso. Asimismo, alertó a los dominicanos en Puerto Rico sobre el impacto de estas medidas, recomendándoles tomar precauciones ante las nuevas disposiciones.

Con estos cambios, la administración de Trump refuerza su postura de control migratorio, priorizando la seguridad y la reducción de la inmigración ilegal en Estados Unidos.

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