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Una mujer de 24 años quedó en prisión preventiva por los próximos 60 días, tras ser formalizada por intentar ingresar casi 7 gramos de cocaína y un chip de teléfono celular a la cárcel de Osorno, ocultos en el moño de su hija de solo cuatro años. El hecho ocurrió el pasado domingo y fue descubierto por una funcionaria de Gendarmería cuando la mujer visitaba a un interno condenado por robos cometidos en la ciudad a fines del año pasado.
Inicialmente, el Juzgado de Garantía dejó a la mujer en libertad y derivó a la menor a custodia de su abuela. Sin embargo, el Ministerio Público apeló la decisión, y la Corte de Apelaciones de Valdivia resolvió ordenar la prisión preventiva de la imputada, argumentando que su libertad representa un peligro para la seguridad de la sociedad, dada la gravedad del caso y la exposición de una menor de edad.
El fiscal José Vivallo valoró la resolución de la corte, subrayando la vulneración de derechos sufrida por la niña y la necesidad de protegerla. Además, explicó que el Ministerio Público cuenta ahora con un plazo de dos meses para profundizar en las distintas aristas del caso, más allá del delito de microtráfico por el que fue formalizada.
Desde el Gobierno, también se han pronunciado al respecto. La secretaria regional ministerial de Seguridad, Patricia Rada, anunció que presentarán una querella en contra de la mujer, condenando firmemente la utilización de menores en actividades delictivas. Rada insistió en la responsabilidad de los adultos y la necesidad de cortar de raíz cualquier vínculo de niños y adolescentes con el mundo del crimen, considerando la clara vulneración de sus derechos fundamentales.
El caso ha generado fuerte repudio público y reabre el debate sobre la protección de menores frente a entornos familiares delictivos y la necesidad de sanciones más firmes en este tipo de situaciones.
