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Santo Domingo. – Los sectores energético y minero de la República Dominicana han registrado un notable crecimiento en los últimos tres años, impulsados por políticas públicas estables, mayor transparencia institucional y un entorno favorable para la inversión extranjera directa (IED), que ha superado los 3,500 millones de dólares en ese período.
Así lo informó el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, quien detalló que solo el sector energético ha captado inversiones extranjeras por más de 2,960 millones de dólares entre 2022 y 2024, convirtiéndose en el segundo sector con mayor recepción de capital extranjero en el país, solo superado por el turismo.
Según datos oficiales, en 2022 la inversión en energía alcanzó los 750 millones de dólares, en 2023 ascendió a 1,071 millones, y en 2024 cerró con 1,140 millones. La mayoría de estos recursos han sido destinados a proyectos de energías renovables, lo que fortalece los esfuerzos por alcanzar un 30 % de generación a partir de fuentes limpias para el año 2030, meta contemplada en la Estrategia Nacional de Desarrollo.
“El enfoque del Gobierno ha sido claro: ampliar la oferta energética, diversificar la matriz, mejorar la eficiencia del sistema y reforzar la red de transmisión. Estos resultados evidencian el compromiso con esos objetivos”, señaló Santos.
En cuanto al sector minero, el ministro explicó que el país ha captado 1,224.3 millones de dólares en inversión extranjera durante los últimos cuatro años, equivalentes a más de 73 mil millones de pesos. Indicó que, aunque la minería representa el 2 % del Producto Interno Bruto (PIB), ha generado el 7 % del valor dentro del sector industrial en los últimos cinco años, siendo el oro el principal producto de exportación minera.
Santos destacó que la minería ha demostrado ser un soporte clave durante momentos de crisis, como ocurrió durante la pandemia, cuando los ingresos del oro ayudaron a sostener otras áreas de la economía nacional.
Al valorar la proyección del país en estos sectores, el ministro consideró fundamental continuar fortaleciendo la política minera y energética, con miras a consolidar la sostenibilidad, atraer mayores inversiones y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
“Estos avances son una muestra clara del progreso del país y de su potencial para seguir creciendo. Aún hay desafíos, pero debemos mantener una visión optimista y comprometida con el desarrollo”, concluyó.