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El retiro del dominicano parece inminente y Tatum se aleja, cerrando uno de los capítulos más emblemáticos de los Celtics en la última década
Redacción | Portada Nacional
📍 Boston, EE. UU. | 🗓️ 12 de mayo de 2025
Todo indica que ya no volveremos a ver juntos en cancha a Al Horford y Jayson Tatum, una de las duplas más representativas del baloncesto moderno en los Boston Celtics.
El veterano dominicano, a punto de cumplir 39 años y transitando su último año de contrato, estaría contemplando seriamente el retiro definitivo del baloncesto profesional.
Su posible salida ocurre justo cuando el equipo enfrenta la baja de Jayson Tatum por lesión y un presente incierto, en medio de crecientes dudas sobre sus posibilidades reales de volver a competir por el título de la NBA.
🤝 Un lazo que trasciende la cancha
En múltiples ocasiones, Tatum ha manifestado públicamente el peso emocional y profesional que Horford ha tenido en su carrera.
“El liderazgo de Al me ayudó a madurar en la liga. Siempre fue más que un compañero: fue un mentor”, dijo alguna vez el estelar alero, quien llegó a Boston como una joven promesa en 2017 y creció bajo la tutela del veterano dominicano.
Juntos compartieron triunfos, derrotas y un proceso lleno de altibajos. Pero, sobre todo, dejaron una huella imborrable en la historia reciente de los Celtics.
🏆 Un título que selló el legado
A pesar de las múltiples frustraciones en playoffs, lograron finalmente consagrarse campeones, un anillo que llegó como justo premio a su perseverancia, química en la cancha y visión compartida de lo que significa jugar para Boston.
Ese campeonato no solo significó el 18.º para la franquicia, sino que también inmortalizó la conexión Horford-Tatumcomo una de las más queridas por la afición verde en las últimas décadas.
⏳ El tiempo no perdona
Con Horford enfrentando el ocaso de su carrera y Tatum alejado temporalmente de las duelas, todo apunta a que el partido final juntos ya ocurrió sin que lo supiéramos.
No habrá una despedida formal ni una última ovación en el TD Garden con ambos en uniforme. Solo quedará el recuerdo de las grandes batallas, la química perfecta en el pick-and-pop, y el orgullo de haberlos visto levantar un título como hermanos de guerra.