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Washington D.C., 5 de junio de 2025 — Redacción Portada Nacional
La tensión entre el expresidente y ahora candidato presidencial Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk ha estallado de manera pública y ruidosa. Lo que comenzó como una relación estratégica y poderosa entre el político más influyente del país y el empresario más rico del mundo, terminó este jueves en un enfrentamiento sin precedentes transmitido prácticamente en vivo.
🗯️ Trump: «Musk se volvió loco»
A través de su red social Truth Social, Trump sorprendió al anunciar que ponía fin a la “misión presupuestaria” de Elon Musk, acusándolo de estar “loco” por oponerse al nuevo megaproyecto de ley fiscal que impulsa la Casa Blanca.
“La forma más fácil de ahorrar miles de millones de dólares es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, escribió Trump, dejando claro que cortará el grifo económico a empresas como Tesla y SpaceX, que reciben apoyo estatal.
🚀 Musk: «Muy decepcionado» y amenazas contra la NASA
La reacción no se hizo esperar. Elon Musk respondió desde su red X (antes Twitter), con una amenaza directa:
“SpaceX comenzará a desmantelar inmediatamente la nave Dragon”, el vehículo que transporta astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El comentario sacudió al sector aeroespacial, y las consecuencias no tardaron en sentirse en los mercados. Tesla cerró con una caída histórica del -14.26 %, perdiendo decenas de miles de millones de dólares en capitalización bursátil.
💥 El detonante: un megaproyecto presupuestario
Desde la semana pasada, Musk venía criticando duramente la nueva “ley fiscal” de Trump, a la que calificó como una “abominación” por considerar que dispararía el déficit de EE.UU.
Durante una reunión en el Despacho Oval con el canciller alemán Friedrich Merz, Trump ventiló públicamente su decepción con Musk:
“Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió”, dijo, en un tono más emocional que político.
🧪 Drogas, golpes bajos y Epstein
El intercambio se tornó aún más explosivo cuando Musk acusó a Trump de ingratitud y aseguró que sin su apoyo financiero de $300 millones durante la campaña pasada, “habría perdido las elecciones”.
Musk también deslizó una acusación sin pruebas: que el nombre de Trump figura en el expediente del fallecido financiero Jeffrey Epstein, implicado en una red internacional de abusos sexuales.
Como si fuera poco, el New York Times reveló esta semana que Musk habría consumido ketamina, éxtasis, hongos alucinógenos y otros estimulantes durante la pasada campaña presidencial, lo que añade más presión mediática al magnate de origen sudafricano.
