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El cantante canadiense Justin Bieber protagonizó un tenso altercado con un grupo de paparazzis la noche del jueves 12 de junio, a las afueras de Soho House en Malibú, California. Según informaron medios como The Mirror US y Page Six, Bieber, de 31 años, perdió la paciencia cuando varios fotógrafos lo rodearon e intentaron abordarlo con preguntas mientras se retiraba del lugar junto a su equipo de seguridad.
En videos difundidos por TMZ, se puede ver a Bieber visiblemente molesto, exigiendo respeto a los fotógrafos. “No me hablen. Aléjense de mi cara. No me importa si soy una celebridad o no. Merecen mostrar respeto”, se le escucha decir mientras trataba de cubrirse con la capucha de su sudadera azul. La situación escaló cuando algunos paparazzis lo felicitaron anticipadamente por el Día del Padre, lo que desencadenó una discusión cargada de reproches e insultos.
Durante los más de 10 minutos que duró la confrontación, Bieber se mostró cada vez más irritado, especialmente cuando uno de los fotógrafos le preguntó si temía ser deportado. “Soy un hombre real con una familia real. Y ustedes están justo frente a mi cara”, replicó el cantante, utilizando una linterna para bloquear las cámaras.
El artista acusó a los paparazzis de acosarlo sistemáticamente, argumentando que sus acciones eran provocadoras y que solo buscaban lucrarse a su costa. “Ustedes provocan, provocan, provocan. Creen que esto es un juego. Sus trabajos existen a costa de otro ser humano”, reclamó.
Horas después del incidente, Bieber publicó en sus redes sociales una serie de imágenes junto a su hijo Jack Blues, de nueve meses, acompañadas de un mensaje indirecto hacia lo ocurrido: un emoji de dedo medio y la frase “ay bay bay”.
No es la primera vez que el intérprete de “Sorry” se enfrenta públicamente a los paparazzis. En abril de este año, fue grabado en otro episodio similar, cuando al salir por un café con amigos se mostró enfadado ante la presencia de fotógrafos y los acusó de buscar solo dinero, sin preocuparse por la dignidad humana.
Bieber ha manifestado en varias ocasiones su incomodidad con el constante asedio mediático en Los Ángeles, aunque ha reiterado que no planea irse. “Podríamos unirnos al ver lo jodido que está y tratar de cambiar esta mi**da”, expresó en una publicación previa, dejando claro que su lucha por la privacidad y el respeto continúa.
