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Una excursión turística en Zambia terminó en tragedia cuando dos mujeres, una de nacionalidad británica y otra neozelandesa, perdieron la vida tras ser embestidas por una elefanta durante un recorrido a pie en el Parque Nacional South Luangwa, uno de los destinos más reconocidos de vida silvestre en África.
Las víctimas fueron identificadas como Easton Janet Taylor, de 68 años, y Alison Jean Taylor, de 67, quienes se encontraban en una caminata guiada junto a otros turistas y personal especializado cerca del área conocida como Big Lagoon Bush Camp, en la provincia oriental del país. Según informes de medios internacionales como The Guardian y CNN, ambas mujeres habían pasado cuatro días alojadas en un campamento y se preparaban para cruzar el río Luangwa hacia otro destino en canoa.
Durante la caminata, el grupo observó a una elefanta con su cría y decidió modificar su ruta para evitar un posible enfrentamiento. Sin embargo, el animal reaccionó de forma inesperada y comenzó a cargar contra ellos. Alison, quien tenía una limitación física en una pierna, fue alcanzada primero, seguida por Janet. A pesar de los intentos de los guías por disuadir al animal, incluyendo disparos al aire y hacia la elefanta, ambas mujeres fallecieron en el lugar. Otros dos acompañantes lograron salir ilesos.
Los cuerpos fueron trasladados al hospital distrital de Mambwe, según confirmó el comisario de policía de la Provincia Oriental, Robertson Mweemba.
Este incidente ha reavivado el debate sobre los riesgos asociados al turismo de naturaleza en África. En el último año, otros casos similares se han registrado en Zambia, Kenia y Sudáfrica, donde turistas internacionales han fallecido tras ataques de elefantes. Expertos recuerdan que las hembras de esta especie suelen ser extremadamente protectoras con sus crías y pueden responder con agresividad ante cualquier amenaza percibida.
El Parque Nacional South Luangwa, ubicado a unos 600 kilómetros de la capital Lusaka, es conocido por su biodiversidad y por ofrecer experiencias de safari a pie únicas. No obstante, este tipo de actividades implica un nivel de riesgo que, aunque bajo en términos estadísticos, puede tener consecuencias graves si no se maneja con extrema precaución.
Autoridades locales y operadores turísticos han reiterado su compromiso con la seguridad de los visitantes, al tiempo que se examinan los protocolos actuales y se promueven medidas preventivas adicionales para evitar futuras tragedias.
