UN PASEO POR MI CIUDAD 

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POR CÉSAR DALMASÍ 

El autor es periodista 

cesardalmasi@hotmail.com

En esta época del año ya en nuestro país, la República Dominicana hemos entrado en vacaciones de verano y en tal virtud  expreso lo que sigue, primero en una reconocida plaza comercial vi gran cantidad de niños con sus mayores y tutores, pero también escuché a un padre de varios niños comentar que estaba muy preocupado porque sus hijos se estresaban durante sus  vacaciones, debido a que toda su familia son citadinas y no tienen ningún campo para visitar o retirarse en el período de asueto, y justo por eso, hago una descripción de la ciudad de Santo Domingo y su entorno en lo que llamado “Un Paseo por mi Cuidad.”

Lo primero es que esta metrópoli, hoy dividida en el Distrito Nacional y todo el entorno que conforman el gran Santo Domingo, es la ciudad más antigua del nuevo mundo; por lo que está llena de monumentos históricos, parques, grandes plazas comerciales, espacios públicos y  áreas verdes, Malls y tiendas que te esperan, para un buen café, un helado o cualquier bebida natural de las tantas que nos ofrecen las frutas y bayas dominicanas.

Pero también si lo deseas, ahí tenemos para toda la familia el parque Zoológico Nacional, el Jardín Botánico, Parque Mirador Sur con su lago Enriquillo y Parque mirador Norte con su lago artificial y su magnífico vergel, Parque mirador del Este, otra opción y atractivo es el Acuario Nacional; se puede hacer  un recorrido por la Autopista las Américas, visitar el Parque los tres  ojos y sus lagunas o el Parque Nacional la Caleta que además es un parque acuático, con un cementerio indígena y caería muy bien una vueltecita por el Aeropuerto Internacional de las Américas doctor José Francisco Peña Gómez.

Si observamos bien, nuestra ciudad cuenta con grandes y modernas vías, como  la avenida circunvalación con su esplendor y follaje verdaderamente  exuberante, por esa misma zona están los humedales del Ozama, pero muy cerca de la ciudad tenemos, ríos, arroyos y riachuelos con aguas  límpidas y frescas que dejan impávido al más mortal de los mortales; además el distrito nacional y todo el gran santo domingo está bordeado en el litoral sur por el mar Caribe, con un malecón que podemos recorrerlo desde Punta Caucedo, pasando por Punta torrecilla, en la zona  de San Souci y hasta el mismo puerto comercial de Haina.

Es decir, el distrito y Santo domingo son historia, cultura, gastronomía y culinaria especial, con entornos ecológicos, hídricos y un profuso vergel constituido por todo lo que hemos dicho, que hacen  del distrito y el gran santo domingo, una ciudad realmente bella y paradisíaca, tanto para sus nacionales como para la gran cantidad de turistas que nos honran con su visita.

Pero, aún tenemos más que presentar para el sano esparcimiento y a un costo bajísimo, como el Parque Independencia que es centro histórico, cultural y en donde se respira gran fervor patrio, allí sólo se huele y se vive la historia de la dominicanidad; el Altar de la Patria, la Puerta del Conde, que es la misma que lleva el nombre honrando a Bernardino de Meneses y Bracamonte o mejor conocido como el Conde de Peñalba, muy cerca tenemos la puerta de la misericordia, calle las damas y variadísimas opciones coloniales que nos transportan a nuestro pasado, entre arquitectura colonial y moderna, que es un espacio para confundirse con turistas y nuestros nacionales, disfrutado así el calor y la gracia de los dominicanos.

Pero además, la zona colonial te da la oportunidad de reencontrarte contigo, con esa realidad inmutable y perenne que nos brindan sus ruinas, monumentos históricos y religiosos, como la catedral  Santa María la Menor, así  como otras catedrales Iglesias y santuarios; todo esto  nos lleva a desandar los pasos que dieron nuestros antepasados, desde los aborígenes nativos, negros  esclavos y hasta los usurpadores invasores; aquí hayrestaurantes y cocina variadísima que van desde nuestro plato sencillo, popular y de bajo costo, hasta la comida gourmet, para los más finos paladares; es que en Santo Domingo hay de todo como en botica.

En esta bendita urbe, el más exigente de las personas se siente acogido y embriagado de la tranquilidad, la  seguridad de la bonhomía y el calor de su gente que es siempre hospitalaria; pero lo realmente espectacular es lo que la reina y soberana naturaleza nos regala, una cantidad de aves que conviven con nosotros, carpinteros, papagayos, Pericos, cotorras, el famosos zumbador o picaflor, nuestra ave nacional la hermosísima cigua palmera, palomas, tórtolas, el petirrojo  o petigre, pero también las golondrinas y mi favorita por su canto, que es el ruiseñor o sinsonte entre muchísimas más.

Estas especies de aves, nos alegran el alma y nos hacen sonreír el espíritu, no sólo  con suvuelo, si no también con su colorido plumaje, así como con el canto y su trinar que elevan tu vida al espacio sideral, para alojarte y colocarte junto a las estrellas en la misma gloria celestial; por eso te invito a silenciar tu alma y a que afines bien tu oído para que escuches y veas todo lo que te brinda tu ciudad, porque de seguro que tu sístole y diástole harán que el ciclo cardíaco se acelere y quedes trémulo de las más hermosas emociones, al saber que en tu ciudad tienes tanto y no lo disfrutas al máximo.

Estoy seguro que después de este descriptivo viaje por Santo Domingo, todos estamos claros que nuestra ciudad es un verdadero  paraíso, el jardín del Edén que todos quisieran tener, por eso disfrutad y cuida tu ciudad, no permitas jamás que intereses foráneos dañen tu realidad cultural, histórica, social y antropológica, así que tranquilo; vive, atesora y goza tu ciudad.

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