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Al menos 28 personas han perdido la vida y varias permanecen desaparecidas luego del naufragio de un barco turístico con más de 50 personas a bordo en la bahía de Ha Long, en Vietnam, según informaron medios estatales. El incidente ocurrió cuando la embarcación, que transportaba 48 pasajeros y cinco tripulantes, zozobró a causa de intensas lluvias repentinas en esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
De acuerdo con el portal de noticias Dan Tri, el accidente ocurrió mientras el barco recorría las aguas azul verdosas e islas cubiertas de selva tropical que caracterizan la bahía. Las autoridades locales confirmaron que los guardias fronterizos lograron rescatar a 12 personas con vida y recuperar inicialmente 18 cuerpos, cifra que posteriormente ascendió a 28 fallecidos. La mayoría de los ocupantes eran familias procedentes de Hanói, entre ellos más de 20 menores de edad.
La bahía de Ha Long es uno de los destinos turísticos más visitados de Vietnam. No obstante, la zona ha registrado incidentes similares en años anteriores. En 2024, al menos 30 embarcaciones se hundieron en la provincia de Quang Ninh tras ser impactadas por los efectos del tifón Yagi.
En otro hecho trágico ocurrido en el Caribe, la Defensa Civil de República Dominicana recuperó seis cuerpos sin vida tras el naufragio de una embarcación con migrantes ocurrido el pasado fin de semana en las costas de la playa Juanillo, en la provincia de La Altagracia. De acuerdo con el director provincial de la entidad, Fernando Castillo, entre los fallecidos se encuentran ciudadanos dominicanos y haitianos.
El organismo indicó que hasta el momento se han rescatado con vida a 17 personas, dos de las cuales permanecen hospitalizadas. Según relataron los sobrevivientes, la embarcación era precaria y transportaba entre 40 y 50 personas que intentaban llegar clandestinamente a Puerto Rico.
Las labores de rescate se han visto afectadas por condiciones adversas como el oleaje elevado, la presencia de sargazo y la baja visibilidad causada por partículas de polvo del desierto del Sahara.
Ambos casos han generado preocupación sobre la seguridad en las travesías marítimas, tanto en contextos turísticos como migratorios, y subrayan la necesidad de reforzar los controles y protocolos de navegación para evitar nuevas tragedias.
