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Washington. – El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó este viernes la eliminación de Dhiya Zawba Muslih al Hardani, considerado un importante líder del Estado Islámico (ISIS), durante una operación militar ejecutada en la ciudad siria de Alepo en la madrugada del mismo día.
De acuerdo con la información difundida por CENTCOM en su cuenta oficial de la red X, junto a al Hardani murieron sus dos hijos adultos, Abdallah y Abd al Rahman, quienes también formaban parte activa del grupo extremista. La operación fue cuidadosamente planificada para evitar víctimas civiles, y se confirmó que tres mujeres y tres menores que se encontraban en el lugar salieron ilesos.
Según el comunicado del organismo militar, los tres individuos representaban una amenaza directa tanto para las fuerzas estadounidenses y sus aliados como para el nuevo gobierno sirio. La acción fue descrita como un golpe significativo para la estructura de mando del Estado Islámico en el norte de Siria, donde el grupo aún mantiene células activas a pesar de haber perdido el control territorial en años recientes.
“No están seguros ni donde duermen, ni donde operan, ni donde se esconden”, afirmó el general Michael Erik Kurilla, comandante del Comando Central, quien reiteró el compromiso de Estados Unidos de mantener la presión sobre el grupo yihadista. Kurilla destacó que junto a socios internacionales se continuará trabajando para lograr la derrota definitiva del ISIS y proteger la estabilidad regional.
Aunque no se precisó si el operativo fue coordinado con el gobierno provisional sirio de Ahmed Al Sharaa, las autoridades estadounidenses mantienen su política de intervención directa en áreas del país donde persisten amenazas extremistas. En abril, el Pentágono había anunciado una reducción de tropas en Siria, aunque mantiene una presencia estratégica con el objetivo de neutralizar remanentes del grupo terrorista.
La operación en Alepo reafirma la política de acción preventiva adoptada por Washington, en la que la cooperación con aliados internacionales y la vigilancia continua son elementos clave para evitar el resurgimiento de células yihadistas en Medio Oriente.