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Turnberry, Escocia. – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo la firma de un acuerdo comercial con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras una serie de negociaciones llevadas a cabo en su complejo de golf en Turnberry, Escocia.
“Es un buen acuerdo para todos”, declaró Trump a los periodistas, destacando que la Unión Europea se comprometió a comprar 750.000 millones de dólares en energía estadounidense, además de realizar inversiones adicionales por 600.000 millones de dólares en territorio norteamericano. Von der Leyen calificó el pacto como un entendimiento que traerá “estabilidad y previsibilidad” a ambas economías.
La firma del acuerdo desactiva la amenaza de Washington de imponer un arancel del 30 % a las exportaciones europeas a partir del 1 de agosto, fecha límite que había sido fijada por el gobierno estadounidense para alcanzar acuerdos bilaterales. Desde abril, Estados Unidos aplicaba un arancel provisional del 10 % a los productos europeos, que había sido reducido desde un 20 % inicial como señal de apertura al diálogo.
Aunque no se han dado a conocer todos los detalles económicos del nuevo tratado, Trump aclaró que los productos farmacéuticos quedan fuera del acuerdo, bajo el argumento de que “deben fabricarse en Estados Unidos”.
Por otro lado, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, reiteró que el 1 de agosto sigue siendo la fecha inamovible para la entrada en vigor de nuevos aranceles a países que aún no han firmado acuerdos con Estados Unidos. Estas tarifas variarán según el país y el sector, alcanzando hasta un 50 % en algunos casos.
Lutnick precisó que las negociaciones podrán continuar incluso después de que las tarifas entren en vigencia, pero advirtió que solo aquellos países que firmen acuerdos bilaterales antes de la fecha límite obtendrán condiciones preferenciales, como ha ocurrido con la Unión Europea.
Entre los países que ya han firmado acuerdos están Gran Bretaña, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Japón, mientras que otras naciones como Brasil, México, Canadá, Camboya y Bangladesh enfrentarán aumentos significativos en sus aranceles si no logran pactos antes del primero de agosto. La Casa Blanca sostiene que esta estrategia busca asegurar mejores condiciones para la economía y los trabajadores estadounidenses.