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Roma, 28 sep (EFE) — El sacerdote italiano Maurizio Patriciello, conocido por su activa lucha contra la mafia en el sur de Italia, fue intimidado este domingo con una bala dentro de un pañuelo mientras oficiaba misa en la parroquia de San Pablo Apóstol, en Caivano, un municipio de Nápoles marcado por altos niveles de criminalidad.
Durante la comunión, un hombre vinculado a la delincuencia local —e identificado por las fuerzas del orden— se acercó al altar y entregó al sacerdote un pañuelo con un proyectil, en lo que fue interpretado como un claro mensaje mafioso. El individuo fue detectado de inmediato por la escolta del sacerdote y una patrulla de carabineros apostada fuera del templo, según informaron medios italianos.
El incidente ocurrió un día después de que Patriciello denunciara disparos cerca de su parroquia, a través de un mensaje en redes sociales en el que celebraba los avances contra el crimen organizado:
“La mafia en Caivano ha recibido un golpe durísimo. El tráfico de droga ha disminuido visiblemente y la mayoría de los líderes de los clanes están en prisión”, escribió en Facebook. “A pesar de eso, los delincuentes siguen intentando llenar los vacíos que han quedado”.
Ese mismo día, el sacerdote lanzó también un mensaje directo a los jóvenes del municipio:
“Chicos, en nombre de Dios, ¡deténganse! El camino que han tomado es un callejón sin salida. Termina o en la cárcel, o en el cementerio”.
🔍 Contexto de violencia en Caivano y apoyo gubernamental
Caivano ha sido foco de atención nacional desde 2023, cuando se produjo un caso de violación grupal contra dos menores de 13 años, un hecho que impactó a Italia y llevó a la aprobación del ‘Decreto Caivano’, un paquete de medidas para combatir la delincuencia juvenil, impulsado por la primera ministra Giorgia Meloni.
La mandataria condenó enérgicamente el ataque de este domingo:
“Un gesto vil y criminal, cometido en el lugar y momento más sagrado, que no intimidará a quienes como don Patriciello representan coraje y legalidad. El Estado está con ustedes y no daremos un paso atrás”, escribió en su cuenta de X.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, también se comunicó con el sacerdote para expresarle su solidaridad y confirmó el refuerzo de las medidas de protección en su entorno.
Patriciello, de 68 años, se ha convertido en una figura emblemática de la lucha contra la Camorra, la mafia napolitana, y en defensor de los derechos de los ciudadanos en las zonas más golpeadas por el abandono institucional y la violencia organizada.
