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La población dominicana se encuentra alarmada por la reciente reducción en la cobertura de medicamentos por parte del Seguro Nacional de Salud (SENASA), que pasó de un 80% a un 70%. Esta medida, lejos de ser un simple ajuste técnico, representa un golpe directo al bolsillo de millones de dominicanos que dependen de ese “dinerito” para poder adquirir sus medicamentos mensualmente.
Es bien conocida la situación judicial que enfrenta el seguro SENASA. Sin embargo, una cosa no puede justificar la otra. Los malos manejos administrativos deben ser enfrentados con todo el peso de la ley, pero no puede ser el pueblo quien pague las consecuencias.
El pueblo está desesperado, indignado y con justa razón. La reducción de la cobertura implica que ahora las personas tienen que buscar más dinero para cubrir la diferencia de sus medicinas, en un contexto donde ya enfrentan altos costos en energía, combustibles y alimentos. ¿Hasta cuándo?
Presidente, usted ha querido hacer un buen gobierno, y muchos reconocen su intención. Pero necesita el respaldo de colaboradores comprometidos con la justicia social. No es momento de recortes a los más vulnerables; es momento de extenderles la mano.
El pueblo está enfermo, sin dinero, agobiado por los altos precios. Y ahora, como si fuera poco, también le recortan la ayuda que le daba acceso a sus medicinas. Es urgente revisar esta decisión. ¡Está bueno ya!
Este llamado no es político, es humano. Es un clamor del pueblo que no puede ser ignorado. Porque un pueblo sin salud, es un pueblo sin esperanza.
Redacción: PortadaNacional.com
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