Muere Kim Yong-nam, histórico dirigente norcoreano y exjefe de Estado oficial, a los 97 años

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El veterano político fue uno de los pilares del régimen de Pyongyang y símbolo de lealtad a la dinastía Kim

PYONGYANG, Corea del Norte.– El régimen norcoreano se encuentra de luto tras el fallecimiento de Kim Yong-nam, una de las figuras más longevas y respetadas del país, quien ejerció como jefe de Estado ceremonial hasta 2019. Según los medios estatales, Kim murió este lunes a los 97 años debido a un fallo multiorgánico vinculado a un cáncer.

Durante más de siete décadas, Kim Yong-nam fue un actor clave en la política norcoreana, sirviendo con fidelidad a los tres grandes líderes del país: Kim Il-sungKim Jong-il y el actual líder supremo, Kim Jong-un. Su carrera, marcada por la obediencia absoluta y la discreción, lo convirtió en un símbolo de continuidad y lealtad dentro del Partido de los Trabajadores.

Kim Jong-un encabeza el homenaje y funeral de Estado

El líder norcoreano Kim Jong-un visitó el féretro de Yong-nam en la madrugada del martes para rendir homenaje y expresar su “más sentido pésame”. De acuerdo con la agencia oficial KCNA, el mandatario depositó una corona de flores en el salón Sojang de Pyongyang, donde el cuerpo del fallecido permanecerá expuesto hasta el funeral de Estado programado para el miércoles.

KCNA destacó la “vida brillante” del dirigente, describiéndolo como un hombre “fiel a la revolución, al Partido y al pueblo, con un alto sentido de responsabilidad y honor”. El medio oficial agregó que, pese a su avanzada edad, continuaba escribiendo libros dedicados a “transmitir la orgullosa historia de la República”.

Una vida dedicada al Partido y a la diplomacia

Nacido en 1928, cuando Corea aún estaba bajo el dominio japonés, Kim Yong-nam creció en una familia “patriótica y antijaponesa”. Estudió en Pyongyang y Moscú, y comenzó su carrera como profesor en la Escuela Central del Partidoantes de integrarse al servicio diplomático norcoreano en los años cincuenta.

Fue designado ministro de Asuntos Exteriores en 1983, y durante décadas representó la política exterior de Pyongyang frente a los desafíos del aislamiento internacional. Su labor fue crucial en tiempos de cambios geopolíticos, como el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China, Rusia y Corea del Sur al final del siglo pasado.

El “gran superviviente” de la política norcoreana

Apodado por analistas como “el gran superviviente”, Kim Yong-nam logró mantenerse en los más altos círculos del poder durante más de 40 años, sin haber sido purgado ni marginado, algo inusual en el régimen. Fue miembro del Politburó del Partido de los Trabajadores desde 1978 y presidió la Asamblea Popular Suprema de 1998 a 2019.

Expertos como Thae Yong-ho, exdiplomático norcoreano que desertó en 2016, lo describen como un hombre de “fidelidad total” a los Kim:

“Nunca dio a conocer sus propias opiniones ni propuso políticas nuevas. Era el modelo perfecto de cómo sobrevivir en Corea del Norte”, declaró a la BBC.

Figura clave en el acercamiento intercoreano

Kim Yong-nam también tuvo un papel importante en los acercamientos diplomáticos entre Pyongyang y Seúl. En 2018, asistió a los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, representando al régimen de Kim Jong-un. Su visita allanó el camino para los encuentros históricos entre los líderes de ambas Coreas y la cumbre con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El ministro de Unificación surcoreano, Chung Dong-young, expresó sus condolencias y recordó la influencia de Yong-nam en el proceso de diálogo intercoreano:

“Contribuyó a abrir la puerta al diálogo y a la paz en la península”, afirmó en un comunicado recogido por Yonhap News.

Un legado de disciplina y continuidad ideológica

Con la muerte de Kim Yong-nam, Corea del Norte pierde a uno de los últimos guardianes de la era fundacional del país. Su figura simboliza la continuidad ideológica del régimen y la inquebrantable lealtad al linaje de los Kim, pilares fundamentales del sistema político de Pyongyang.

El funeral de Estado se llevará a cabo el miércoles en la capital norcoreana, con la presencia de altos miembros del Partido de los Trabajadores y representantes de las Fuerzas Armadas.