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Washington/Teherán. – El Ejército de Estados Unidos exhortó este domingo a la Guardia Revolucionaria de Irán a explicar las razones detrás de la incautación del petrolero Talara, detenido desde el sábado en aguas del golfo Pérsico, cerca del estratégico estrecho de Ormuz. El buque, con bandera internacional, transportaba 30.000 toneladas de productos petroquímicos con destino a Singapur cuando fue interceptado el viernes por fuerzas iraníes.
El mando central estadounidense calificó la acción como una “flagrante violación del derecho internacional”, señalando que el uso de fuerza militar para capturar un barco en aguas internacionales “socava la libertad de navegación y el libre comercio global”. El ejército estadounidense exigió a Teherán una explicación “con fundamento jurídico” ante la comunidad internacional.
Las autoridades iraníes, por su parte, justificaron la detención del petrolero alegando que transportaba un “cargamento no autorizado”. La tensión se suma al delicado escenario diplomático tras los ataques a instalaciones de enriquecimiento nuclear iraníes ocurridos en junio.
En paralelo, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, afirmó que el país ya no está enriqueciendo uranio en ninguna de sus instalaciones, debido a los daños ocasionados por los bombardeos recientes de Estados Unidos e Israel. Indicó que todos los centros nucleares están bajo supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Aun así, Araghchi reiteró que el derecho de Irán a usar energía nuclear con fines pacíficos “es innegociable”, aunque dejó abierta la puerta a negociaciones con Estados Unidos si Washington modifica sus demandas actuales, calificadas por Teherán como “maximalistas”.
El anuncio se produjo durante una cumbre organizada por el Instituto de Estudios Políticos e Internacionales de Irán, en la que participaron autoridades y analistas que criticaron a Occidente y defendieron la respuesta militar iraní en la reciente guerra de 12 días en junio.
Mientras tanto, Irán atraviesa un momento de alta tensión geopolítica y vulnerabilidad interna, tras el deterioro de sus sistemas de defensa aérea, la presión económica y desafíos sociales que continúan marcando el panorama del país.
