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Santo Domingo, RD.– El gobierno de Estados Unidos oficializó este lunes la inclusión del Cartel de los Soles, organización señalada como dirigida por el mandatario venezolano Nicolás Maduro, en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), medida que abre la puerta a nuevas acciones políticas, económicas y militares en la región.
La designación sitúa a la red vinculada al régimen venezolano en la misma categoría legal que grupos armados y carteles internacionales conocidos por su capacidad de generar violencia y desestabilización. Según explicó el Departamento de Estado, esta clasificación permite imponer sanciones, congelar activos y judicializar a cualquier individuo o entidad que otorgue apoyo material a la organización.
El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que el grupo “es responsable de violencia terrorista en todo el hemisferio” y reiteró que Washington considera al propio Maduro como el principal líder de la estructura criminal. El gobierno venezolano, por su parte, rechaza las acusaciones y asegura que no existen pruebas públicas que lo vinculen con el narcotráfico.
Más presión legal y financiera
Además de las sanciones sectoriales, investigaciones federales y el embargo petrolero ya vigentes, la designación FTO amplía la capacidad de EE. UU. para actuar contra aliados, bancos y empresas que mantengan vínculos con el régimen o con miembros del cartel. Expertos internacionales señalan que esta medida “abre nuevas opciones” para la administración norteamericana, especialmente en el ámbito militar.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, calificó la decisión como un paso que brinda “una gama más amplia de alternativas legales”. Aunque la ley FTO no contempla directamente acciones armadas, analistas consideran que puede servir para justificar futuras operaciones específicas dirigidas a infraestructura o activos del cartel fuera de zonas pobladas.
Escenario militar en el Caribe
La declaración coincide con un despliegue militar estadounidense sin precedentes en el Caribe. El portaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de su flota, lidera una operación que incluye más de una decena de barcos, aviones de combate y 12,000 efectivos destinados a combatir redes de narcotráfico.
Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses han hundido al menos 21 embarcaciones sospechosas y se registran más de 80 muertes en estas operaciones.
Según economistas consultados por AFP, la designación terrorista podría endurecer aún más el embargo petrolero y obligar a Venezuela a vender crudo con fuertes descuentos, agravando una crisis económica ya marcada por hiperinflación y una caída sostenida de ingresos.
Impacto político y escenario futuro
El mandatario venezolano ha minimizado la medida, afirmando que no se dejará “intimidar”, mientras continúa mostrando respaldo público de las Fuerzas Armadas. No obstante, analistas como Alexis Alzuru consideran que la posibilidad de un diálogo entre Washington y Caracas sigue siendo limitada, a menos que se produzca una fractura interna en el régimen.
Estados Unidos, que recientemente duplicó la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro hasta 50 millones de dólares, sostiene que la presión podría preceder a un eventual proceso de negociación, conforme evolucionen los intereses estratégicos.
En el corto plazo, la designación FTO fortalece la vigilancia internacional y aumenta los riesgos legales, financieros y diplomáticos para cualquier actor que mantenga vínculos con Caracas. También permite a Washington acelerar la cooperación con países aliados para restringir el margen de maniobra del régimen.
Con esta decisión, la administración norteamericana eleva la presión sobre el gobierno de Maduro y complejiza aún más el panorama político y económico de Venezuela.




