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Estados Unidos interceptó y confiscó un buque sancionado en aguas cercanas a Venezuela, como parte de sus esfuerzos para hacer cumplir las sanciones internacionales y reforzar el control sobre actividades marítimas consideradas ilícitas en la región, informaron funcionarios estadounidenses a la agencia Reuters.
De acuerdo con las autoridades, la operación consistió en la intercepción y abordaje de una embarcación previamente identificada como sujeta a sanciones, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de operativos. Hasta el momento, no se han ofrecido detalles públicos sobre la identidad de la nave ni sobre la situación de su tripulación.
Funcionarios estadounidenses señalaron que esta acción se enmarca dentro de una estrategia sostenida de vigilancia y control del tráfico marítimo en el Caribe y el Atlántico, con el objetivo de prevenir el transporte de cargamentos ilícitos y garantizar la seguridad marítima. La incautación refuerza la política de presión diplomática y económica de Washington contra el régimen de Nicolás Maduro.
El pasado 12 de diciembre, el Gobierno de Estados Unidos anunció que continuará con la incautación de buques vinculados a entidades sancionadas, como parte de un plan para aumentar la presión sobre el Ejecutivo venezolano. Estas medidas incluyen un mayor despliegue militar en el Caribe y acciones más estrictas contra el comercio petrolero venezolano.
El impacto de estas operaciones ya se refleja en los puertos del país sudamericano, donde varios buques petroleros permanecen a la espera sin atracar, ante el temor de nuevas incautaciones. Expertos advierten que una reducción significativa de los ingresos petroleros podría profundizar la crisis económica venezolana, dado que el crudo representa históricamente más del 90 % de sus exportaciones.
Según fuentes oficiales, el primer buque incautado, identificado como Skipper, será trasladado a un puerto estadounidense tras la ejecución de una orden judicial, mientras continúan las investigaciones y los interrogatorios a la tripulación. Estas acciones, poco frecuentes en aguas internacionales, marcan un nuevo capítulo en la aplicación de sanciones por parte de Washington.