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Washington D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que modifica parte de su política arancelaria, aliviando temporalmente la carga fiscal para los fabricantes de automóviles afectados por los gravámenes sobre importaciones clave.
La nueva medida permitirá que las empresas del sector que ya enfrentan un arancel del 25 % por la importación de vehículos no sean objeto de aranceles adicionales sobre materias primas como el acero y el aluminio. Además, podrán beneficiarse de una reducción parcial en los aranceles aplicados a los componentes importados, aunque estos beneficios comenzarán a eliminarse gradualmente durante los próximos dos años.
“Si no pueden conseguir piezas, no queríamos penalizarlos”, declaró el mandatario al referirse a las dificultades que enfrenta la industria automotriz para mantener su cadena de suministro. Antes de partir de la Casa Blanca, Trump aseguró que esta medida busca ofrecer a los fabricantes una transición más manejable a corto plazo.
Con esta decisión, la administración apunta a suavizar el impacto económico de su política comercial sobre uno de los sectores industriales más importantes del país, sin abandonar del todo su estrategia proteccionista.