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Santo Domingo. – El enrojecimiento, picor y lagrimeo ocular son síntomas comunes entre muchas personas, pero no siempre tienen la misma causa. La oftalmóloga Judith Portorreal aclaró que aunque tanto la alergia ocular como el síndrome de ojo seco afectan la superficie del ojo provocando irritación, es posible diferenciarlos observando cuándo y cómo aparecen los síntomas.
“Tanto las alergias como el síndrome de ojo seco son enfermedades que inflaman e irritan la superficie ocular, pero existen detalles clave que nos permiten diferenciarlas si prestamos atención”, explicó la especialista.
Portorreal indicó que la alergia ocular suele estar asociada a factores estacionales como la primavera o al aumento de la humedad, que favorece la presencia de ácaros y moho. También puede ser provocada por agentes como el polvo, el polen o el pelo de animales. Los síntomas alérgicos suelen manifestarse desde temprano en la mañana y empeorar con la exposición a los alérgenos.
En contraste, el síndrome de ojo seco está más relacionado con la exposición prolongada a pantallas digitales, el uso constante de aire acondicionado o ambientes con baja humedad. Esta afección tiende a intensificarse al finalizar el día. “En el ojo seco, el lagrimeo es constante, no es un reflejo como en las alergias, y aparece luego de un uso prolongado de la vista”, detalló la especialista.
Otro aspecto diferenciador es el tipo de molestia. Mientras que en las alergias predomina el picor y el deseo de frotarse los ojos, en el síndrome de ojo seco es más común la sensación de tener “basurita” o cuerpo extraño en los ojos.
La doctora también compartió recomendaciones para prevenir el síndrome de ojo seco, una condición cada vez más frecuente en entornos digitales. Entre ellas, destacó la importancia de mantenerse bien hidratados, llevar una dieta rica en vegetales, pescado y ácidos grasos como el omega 3, y consumir vitaminas como la luteína y la zeaxantina, presentes en vegetales de colores verdes, amarillos y rojos.
Sugirió además aplicar la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, hacer una pausa de 20 segundos y mirar a lo lejos. También recomendó parpadear de manera consciente al usar pantallas y aplicar lágrimas artificiales si es necesario. En caso de que los síntomas persistan, lo ideal es consultar a un oftalmólogo especializado.
Para el manejo de alergias oculares, recomendó el uso de compresas frías, lavar el rostro al regresar del exterior, usar gafas como barrera contra los alérgenos y seguir tratamientos indicados por un profesional. Si el paciente desconoce el alérgeno que le afecta, es fundamental consultar con un médico alergista para realizar pruebas y encontrar el tratamiento más adecuado.
La doctora Judith Portorreal enfatizó que conocer la causa real del malestar ocular es clave para tratarlo eficazmente y proteger la salud visual a largo plazo.