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Los Indiana Pacers sorprendieron al mundo del baloncesto al remontar una desventaja de 14 puntos en los últimos minutos y derrotar 138-135 a los New York Knicks en el primer juego de las finales de la Conferencia Este, celebrado el miércoles por la noche.
Tyrese Haliburton fue protagonista al empatar el partido con un tiro en suspensión que tocó el aro y entró justo cuando expiraba el tiempo reglamentario, forzando la prórroga. A pesar de que la repetición mostró que su pie estaba en la línea, lo que convirtió su canasta en dos puntos en lugar de tres, su jugada fue clave para que los Pacers mantuvieran viva la esperanza. Posteriormente, Andrew Nembhard anotó la canasta definitiva que dio la ventaja a Indiana con 26 segundos restantes en el tiempo extra.
El equipo de Indiana ha mostrado una constante fortaleza en esta postemporada, logrando remontadas sorprendentes en rondas anteriores. Aaron Nesmith fue fundamental en la fase final del encuentro, anotando 30 puntos con una impresionante efectividad de 8 de 9 triples, mientras Haliburton aportó 31 puntos y 11 asistencias.
Por su parte, los Knicks dominaron gran parte del juego, apoyados en una actuación destacada de Jalen Brunson con 43 puntos y Karl-Anthony Towns con 35 puntos y 12 rebotes. Sin embargo, no pudieron sostener la ventaja cuando Brunson estuvo en el banquillo por faltas en el último cuarto, lo que permitió a Indiana ejecutar su espectacular regreso.
Este resultado marca un duro golpe para los Knicks, que no lograron mantener una ventaja que equipos en situaciones similares habían protegido históricamente. Los Pacers demostraron que no hay nada decidido hasta que suena la bocina final, y ahora la serie continúa con el segundo juego programado para el viernes por la noche.
