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Vance Boelter, señalado como el principal sospechoso de los tiroteos que estremecieron al estado de Minnesota el pasado 14 de junio, permanece prófugo mientras las autoridades intensifican su búsqueda. La policía lo acusa de haber asesinado a la representante estatal Melissa Hortman y a su esposo Mark Hortman, así como de haber herido gravemente al senador John Hoffman y a su esposa Yvette Hoffman en ataques separados que han sido catalogados como “violencia política dirigida”.
Previo a los hechos, Boelter habría enviado mensajes de texto inquietantes a su compañero de cuarto, David Carlson, lo que sugiere premeditación y un deteriorado estado emocional. “Los quiero, y lamento todos los problemas que esto ha causado”, escribió Boelter, en un mensaje que también buscaba deslindar de responsabilidad a su círculo cercano. Carlson, en declaraciones a medios como Fox News, expresó que Boelter mostraba señales de haber “renunciado a la vida” y enfrentaba dificultades personales, incluyendo estrés financiero.
Boelter, de 57 años, tiene antecedentes laborales en compañías como Nestlé y Del Monte, y fue miembro de la Junta de Desarrollo de la Fuerza Laboral del Gobernador de Minnesota entre 2019 y 2023, bajo designación del gobernador Tim Walz. En el vehículo abandonado por el sospechoso se encontró un manifiesto con una lista de aproximadamente 70 personas vinculadas a servicios de aborto, lo que podría arrojar luz sobre el posible móvil de los ataques.
El jefe de la policía de Brooklyn Park, Mark Bruley, reveló que Boelter se hizo pasar por un oficial de policía antes de cometer los ataques, aumentando la gravedad de los hechos. Tras los disparos, el sospechoso huyó a pie y, desde entonces, no ha sido localizado. Las autoridades han difundido una descripción detallada de su apariencia y ofrecen una recompensa de 50,000 dólares por información que conduzca a su arresto.
El gobernador Tim Walz condenó enérgicamente los hechos, asegurando que Minnesota no permitirá actos de violencia política. Instó a la ciudadanía a mantener la calma y colaborar con las autoridades, evitando cualquier intento de confrontación directa.
La investigación es liderada por el Departamento de Seguridad Pública de Minnesota en coordinación con el FBI. Ambos organismos han reiterado su compromiso de utilizar todos los recursos necesarios para dar con el paradero de Boelter y llevar justicia a las víctimas.