Condenan a dos hombres en Reino Unido por el robo del inodoro de oro de Maurizio Cattelan en Blenheim Palace

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Londres, Reino Unido.– Dos hombres fueron condenados en Inglaterra por su implicación en el audaz robo de un inodoro de oro macizo, una obra del artista italiano Maurizio Cattelan, sustraída del histórico Blenheim Palace en 2019. La pieza, valorada en aproximadamente seis millones de dólares, sigue desaparecida.

El 13 de junio de 2025, un tribunal británico dictó sentencia contra James Sheen y Michael Jones por su participación en el robo de la obra titulada America, hecha de oro de 18 quilates y con un peso de 103 kilogramos. Sheen fue condenado a cuatro años de prisión, mientras que Jones recibió una pena de 27 meses. La obra había sido expuesta previamente en el Museo Guggenheim de Nueva York antes de su traslado a Inglaterra.

El robo se produjo la madrugada del 14 de septiembre de 2019, apenas dos días después de la apertura al público de la exhibición. El grupo liderado por Sheen empleó vehículos robados para ingresar al palacio del siglo XVIII. A las 5:00 a. m., los asaltantes forzaron las puertas y, en una operación que duró solo cinco minutos, usaron palancas para desmontar y sustraer la pieza.

Las cámaras de seguridad captaron el momento en que los delincuentes extrajeron la obra y la cargaron en uno de los vehículos. Aunque el golpe fue ejecutado con aparente precisión, la policía encontró abundante evidencia forense y digital en la escena.

James Sheen, de profesión constructor, fue identificado como el líder de la operación. Michael Jones, por su parte, fue reclutado para realizar tareas de vigilancia previa y reconocimiento del sitio. Jones fotografió el lugar en distintas ocasiones para ayudar a planificar la entrada. Un tercer implicado, Frederick Doe, fue condenado por conspirar para transferir bienes criminales, tras ser contactado por Sheen para negociar la posible venta del oro robado, que se estimaba en valores de hasta 34.500 dólares por kilogramo.

La investigación, encabezada por la Crown Prosecution Service (CPS), se basó en más de 30.000 páginas de evidencia, incluyendo comunicaciones interceptadas, grabaciones de voz, mensajes de texto e imágenes. El teléfono móvil de Sheen fue una de las piezas clave del caso. También se hallaron rastros de ADN en un vehículo robado y en herramientas utilizadas durante el asalto.

La portavoz de la CPS, Shan Saunders, señaló que aunque el robo fue ejecutado con meticulosa planificación, la cantidad de pruebas dejadas por los autores fue inusualmente alta. Destacó además que la operación judicial logró debilitar una red criminal más amplia dedicada al robo de arte y al lavado de activos.

Pese a las sentencias, el inodoro de oro sigue desaparecido. Las autoridades aún no han podido establecer si la obra fue fundida o vendida en el mercado negro. La pieza continúa siendo el foco de una investigación internacional en curso.

El caso se ha convertido en uno de los más notorios del mundo del arte contemporáneo, tanto por la naturaleza de la obra robada como por la sofisticación de la red criminal implicada. El paradero de America permanece como uno de los principales misterios del arte moderno.

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