Barrick Pueblo Viejo avanza en la construcción de nueva presa de colas con enfoque en seguridad y sostenibilidad ambiental

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Sánchez Ramírez, República Dominicana – La minera Barrick Pueblo Viejo continúa con el desarrollo de su nueva presa de colas, diseñada bajo un modelo de construcción aguas abajo, reconocido por priorizar la seguridad estructural y el cumplimiento de estrictos estándares ambientales. Esta obra permitirá extender la vida útil de la mina hasta el año 2045, asegurando una operación minera sostenible y responsable.

El ingeniero geólogo Osiris de León explicó que este diseño no responde a criterios de reducción de costos, sino a la necesidad de garantizar máxima estabilidad, utilizando roca natural como base para minimizar filtraciones y resistir fenómenos naturales como terremotos y huracanes. “La prioridad siempre es la seguridad y la capacidad de soportar eventos extremos, con factores de seguridad superiores a los estándares internacionales”, señaló De León, quien ha participado desde la década de 1980 en inspecciones y estudios técnicos para organismos como la Unión Europea y el gobierno francés.

El ingeniero José Luis Recio detalló que esta presa almacenará los residuos sólidos generados por la actividad minera, como arena y arcilla, sin afectar el entorno. La actual presa El Llagal operará hasta 2030, mientras que la nueva instalación permitirá alcanzar los niveles de producción proyectados hasta 2045. Su diseño contempla sistemas de control que previenen la contaminación por metales pesados como arsénico, bajo la supervisión del Ministerio de Medio Ambiente y el INDRHI.

Los expertos resaltaron que la estructura está diseñada para soportar sismos con periodos de retorno de hasta 5,000 años. Se han realizado estudios geotécnicos que eliminan materiales no aptos y se utilizan técnicas de compactación con pedraplén para evitar la amplificación sísmica. “Durante el terremoto de Puerto Plata en 2003, ninguna presa dominicana presentó fallas, lo que valida la eficiencia de estos diseños”, agregó De León.

En cuanto al uso de cianuro en el proceso extractivo, se aclaró que este se degrada antes de llegar a la presa mediante procesos químicos como la cloración, la aplicación de peróxido de hidrógeno y la exposición solar, transformándolo en cianato, una sustancia de menor impacto ambiental.

El gerente de operaciones de Barrick, ingeniero Isaac Luciano, aseguró que las comunidades aguas abajo están protegidas y recordó que la zona, una de las mayores productoras de arroz del país, depende del río Yuna, considerado por el INDRHI como uno de los menos contaminados de la República Dominicana. La empresa mantiene monitoreo permanente con 18 puntos de muestreo para aguas superficiales y subterráneas, midiendo parámetros como pH, sólidos en suspensión, conductividad eléctrica y metales.

Además, se promueve el monitoreo participativo con la inclusión de comunidades y organizaciones sociales en la toma y análisis de muestras, fortaleciendo la transparencia y confianza ciudadana.

Pese a la solidez técnica del proyecto, De León advirtió sobre la persistencia de desinformación en ciertos sectores, y recomendó establecer protocolos de muestreo con certificación notarial y publicación de resultados oficiales para combatir los rumores infundados.

Finalmente, subrayó la necesidad de fomentar una minería responsable, reconociendo que recursos como el oro, el litio y otros metales son esenciales para la vida moderna, desde la tecnología hasta la salud pública. “La clave está en la seguridad, la transparencia y la correcta divulgación científica para construir una ciudadanía mejor informada”, concluyó.

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