|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Nueva York vivió una jornada caótica el jueves 31 de agosto debido a intensas lluvias torrenciales que provocaron una emergencia generalizada en la ciudad y su área metropolitana. Las precipitaciones anegaron múltiples estaciones de metro, carreteras y puntos clave del transporte público, afectando gravemente la rutina de miles de residentes.
Imágenes difundidas ampliamente mostraron a pasajeros tratando de cruzar zonas inundadas utilizando bolsas como calzado improvisado, mientras que otros intentaban sortear el agua caminando sobre barreras en las estaciones. Las escenas de caos se intensificaron durante las horas pico, con viajeros atrapados en estaciones como 7th Avenue en Brooklyn y Grand Central Terminal, donde el agua caía del techo como cascadas.
Las líneas del metro no fueron las únicas afectadas. En Queens, la estación Bayside del Long Island Railroad quedó parcialmente sumergida, obligando a evacuar un tren repleto de pasajeros. El servicio en la línea Port Washington también fue suspendido en ambas direcciones a la altura de Flushing Main Street, lo que generó mayores complicaciones para los viajeros.
Las lluvias también impactaron la circulación vehicular. En la Clearview Expressway, vehículos quedaron varados con el agua alcanzando la mitad de las puertas. El aumento en la demanda de servicios de transporte alternativo disparó los precios: usuarios reportaron tarifas de hasta 300 dólares por trayectos cortos a través de aplicaciones como Uber.
Ante la magnitud del evento, la gobernadora Kathy Hochul declaró el estado de emergencia en Nueva York y condados aledaños, recomendando evacuar viviendas en zonas vulnerables y extremar precauciones. Brigadas municipales trabajaron durante la noche para drenar estaciones y restablecer parcialmente el servicio, aunque varias líneas seguían afectadas al día siguiente.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que cayeron entre 25 y 127 milímetros de lluvia en distintas zonas, con acumulaciones récord en el sur de Suffolk. Los sistemas de drenaje urbano colapsaron, dejando al descubierto las debilidades de la infraestructura ante fenómenos meteorológicos extremos.
Las autoridades continúan con los esfuerzos de recuperación y recomiendan a los ciudadanos mantenerse informados a través de los canales oficiales, mientras se normalizan las operaciones de transporte y se evalúan los daños ocasionados por esta emergencia climática.
