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Ottawa. El gobierno de Canadá confirmó este viernes que continuará las negociaciones con Estados Unidos para alcanzar un acuerdo comercial justo, luego de que la administración del presidente Donald Trump impusiera un arancel del 35% sobre importaciones canadienses no contempladas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Dominic LeBlanc, ministro de Asuntos Intergubernamentales y principal negociador canadiense en este proceso, declaró a la radiotelevisión pública CBC que Ottawa también mantiene conversaciones con México para abordar el futuro del acuerdo comercial regional. “He conversado con el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, sobre la importancia del desarrollo futuro del T-MEC”, señaló LeBlanc. “Es esencial el trabajo que se realizará en 2026 para revisar el acuerdo comercial norteamericano”, agregó.
El funcionario destacó que las conversaciones entre el presidente Trump y el primer ministro canadiense, Mark Carney, se han desarrollado en un tono constructivo y profesional, con el objetivo de encontrar una solución bilateral que beneficie a ambos países. A pesar de que los nuevos aranceles impactan sectores estratégicos como automóviles, madera y aluminio, el 90% de las exportaciones canadienses hacia Estados Unidos siguen sin gravámenes gracias al T-MEC.
“Canadá no aceptará cualquier acuerdo”, advirtió LeBlanc. “Como ha señalado el primer ministro Carney, seguiremos negociando con Washington hasta que el acuerdo sea justo”.
La medida adoptada por Estados Unidos ha provocado una reacción coordinada dentro de Canadá. Diversos sectores productivos y políticos expresaron su respaldo al gobierno federal. La Cámara de Comercio de Canadá declaró que “es preferible esperar a tener un acuerdo que suponga beneficios duraderos”, mientras que la Federación Canadiense de Empresas Independientes enfatizó que “ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo”.
Asimismo, el sindicato UNIFOR, el más grande del país, con fuerte representación en el sector manufacturero, instó a mantener la presión para lograr mejores condiciones en el nuevo marco comercial. “Canadá debe presionar para obtener un mejor acuerdo con Estados Unidos”, señaló la organización.
El conflicto comercial se originó tras la decisión del gobierno estadounidense de aplicar aranceles adicionales a productos canadienses no incluidos en las disposiciones del T-MEC, vigente desde julio de 2020. Aunque aún no se han publicado detalles sobre las mercancías afectadas, Ottawa ha identificado impactos potenciales en materiales clave para la industria nacional.
La iniciativa ha sido interpretada como una estrategia de presión en el marco de la revisión prevista del tratado en 2026, cuando Canadá, Estados Unidos y México deberán decidir si extienden, renegocian o abandonan el acuerdo.
Las autoridades canadienses no han anunciado plazos concretos para la conclusión de las conversaciones ni han confirmado si contemplan represalias comerciales, aunque han reiterado su disposición al diálogo. “Nuestra posición es clara”, concluyó LeBlanc. “Estamos comprometidos con un acuerdo justo que refleje los intereses de Canadá y de nuestros socios comerciales en América del Norte”.
La próxima ronda de negociaciones está programada para las próximas semanas.
(Con información de EFE)