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POR CÉSAR DALMASÍ
El autor es periodista
Con urgencia extrema el gobierno debe de ir en auxilio de la Laguna de Cabral, también conocida como Laguna de Rincón; no la dejemos morir, éste es un importante recurso hídrico que ha sostenido a los pobladores que viven alrededor de la misma, especialmente a los agricultores y a quienes se dedican a la pesca, sea comercial o para su propio alimento; no es secreto que desde hace mucho tiempo los lugareños de esa demarcación están alertando y pidiendo que se le preste la debida atención a dicha laguna.
Ya que sus aguas han ido mermado de una manera vertiginosa y muy preocupante, por lo que no se puede alegar ignorancia en ese sentido; es tiempo ya de que se le preste la debida atención al insistente pedido de socorro para salvar este entorno de nuestra biodiversidad, no olvidemos que la laguna de Cabral es uno de los cuerpos de agua dulce más grande de la República Dominicana, que por demás está ubicada en una zona que con sus diversos rubros agrícola hace notables aportes al PIB de nuestro país.
Pero también la referida Laguna es el refugio de una gran variedad de aves, especies acuáticas y anfibias, allí viven sapos, peces como la famosa Tilapia o Biajaca, Dajao, Roncador, Guabina y el también famoso “Peje Blanco”, igualmente éste humedal da albergue a especies de aves nativas y migratorias, como el Flamenco, Cuchareta, Garzas, Patos Criollos y migratorios, o sea que este es un gran reservorio y lugar de encuentro y de descanso de muchas aves de la zona del caribe, que emigran hasta la misma.
Algo que muchos desconocen es que, la Laguna de Cabral es reconocida internacionalmente y en la convención de Rambar en Irán para la década de los setenta se le colocó dentro de la lista de Humedales Rambar, debido a que tiene una importancia y características especiales, como su condición para la conservación de diversas especies, esta laguna aporta al sostenimiento de la vida humana, de manera que dada la importancia de la misma, todo el país debe unirse al pedido de los lugareños para que no dejemos morir la Laguna de Cabral.
Cabe decir que la Convención Rambar, es el único acuerdo o tratado internacional dedicado a la protección y conservación de un tipo de ecosistema específico y, precisamente nuestra laguna está enmarcada dentro de ese renglón, precisamente por las características más arriba mencionadas, por lo que definitivamente éste humedal es vital para la conservación de la biodiversidad, tanto local como internacional.
Es por todo esto que entendemos y pedimos que el gobierno vaya a socorrer tan importante y necesario recurso, asimismo las autoridades tienen el deber de investigar las denuncias de los pobladores de Cabral, la Lista, Peñón, Cristóbal entre otras, los cuales han denunciado públicamente y reiteradas veces que personas, grupos o sectores de poder se han dedicado a desviar para su beneficio particular el agua proveniente del río Yaque del Sur, lo que de acuerdo a los denunciantes esta es la razón principal por la cual se está secando la laguna.
Otra causa que está matando al indicado cuerpo de agua, es el sedimento que se ha ido acumulando en toda el área de este lago natural, lo cierto es que sea cual sea la razón, todos estamos en la obligación de salvar esa zona que goza de protección no solo nacional sino internacionalmente, así que sin excusa y sin demora, que se accione ya, en pos de sanear y salvaguardar este ecosistema que es pertenencia de todos los dominicanos.
De manera que conociendo la sensibilidad de quienes nos gobiernan, estamos seguros que muy pronto tendremos la grata noticia de que las autoridades han intervenido la misma y que se procederá a su rehabilitación, dragando y limpiado dicha laguna y así se le devolverá la vida no sólo a la misma sino también a todos los pobladores que bordean sus riveras; una vez dragada y rehabilitada en su totalidad, se debe ejecutar un plan ambicioso de siembra de alevines de las variedades que hemos mencionado anteriormente y que se prohíba la pesca y caza en la zona por un mínimo de dos años.
Y de seguro que en ese espacio de tiempo los lugareños de esa área, podrán disfrutar de las especies que produce la laguna y lo más importante, campesinos y agricultores irrigaran sus tierras y la pondrán a producir frutos y alimentos para ellos y para todo el país; porque el costo de su rehabilitación no es inalcanzable para el Estado Dominicano, así que Medioambiente debe poner manos a la obra