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Santo Domingo, R.D. — Octubre de 2025.
El exministro de Economía, Juan Ariel Jiménez, respondió a las recientes declaraciones del presidente Luis Abinader, quien afirmó que el 80 % de los préstamos contratados por su gobierno se han destinado al pago de deudas heredadas de administraciones anteriores.
A través de su cuenta en X (Twitter), Jiménez desmintió la afirmación presidencial, apoyándose en datos oficiales del Ministerio de Hacienda, la Dirección General de Crédito Público y la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES). Según el economista, “esa versión no se corresponde con la realidad fiscal ni con los registros oficiales”.
En un hilo titulado “1 minuto, 3 mentiras”, el exfuncionario sostuvo que:
“Es falso que el endeudamiento haya sido mayormente para pagar deuda vieja, falso que el gobierno haya reducido la deuda como porcentaje del PIB y falso que sea el único gobierno donde se ha reducido deuda porcentual”.
De acuerdo con las cifras de la Dirección General de Crédito Público, entre septiembre de 2020 y agosto de 2025 el Gobierno ha desembolsado US$38,302 millones, de los cuales US$17,660 millones se destinaron a amortizar deuda anterior y US$18,991 millones corresponden a nuevo endeudamiento neto.
Jiménez explicó que, si el dinero prestado se utilizara exclusivamente para pagar deuda vieja, el saldo total no aumentaría. Sin embargo, las cifras muestran lo contrario.
Para ilustrarlo, el exministro ofreció un ejemplo sencillo:
“Si debo 100 pesos y tomo 50 prestados, debo 150. Si uso los 50 para pagar deuda vieja, vuelvo a deber 100. Pero si solo pago 20, mi nueva deuda es 130; es decir, aumento neto de 30”.
Jiménez también aclaró que la reducción del indicador deuda/PIB no responde a una política fiscal prudente, sino a un efecto estadístico derivado del crecimiento económico tras la pandemia.
En 2020, el PIB se contrajo y el indicador se elevó a 56.5 %. En 2021, con la reactivación económica, bajó a 50.4 %, y en 2024 se ubica en 46.2 %, reflejando un aumento del PIB nominal, no una reducción del endeudamiento real.
Asimismo, recordó que no es la primera vez que el país logra disminuir la deuda en proporción al PIB, pues esto también ocurrió entre los periodos 1986–1996, 1996–2000 y 2004–2008.
Uno de los puntos más relevantes de su análisis fue la advertencia sobre el déficit corriente que, según datos de la DIGEPRES, se presenta por primera vez desde 1991.
“Desde 2020 se ha generado un desahorro corriente, equivalente a endeudarse para financiar gasto corriente y no inversión pública. Esto pone en riesgo la sostenibilidad fiscal del país”, subrayó.
El gráfico que acompaña su publicación muestra que el ahorro corriente pasó de +0.4 % del PIB en 2019 a –5.3 % en 2020, y se ha mantenido en valores negativos hasta 2024. Esto, según Jiménez, confirma que “el gobierno se endeuda mucho, pero construye poco”.
Finalmente, el economista advirtió sobre el crecimiento acelerado de la deuda cuasifiscal del Banco Central, que “casi se ha duplicado, como no se veía desde el periodo 2000–2004”.
“El gobierno no se endeuda para pagar deuda vieja, sino para financiar su gasto corriente. Esa es la verdadera causa del deterioro de las finanzas públicas”, concluyó Jiménez.