|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
PARÍS. – El espectacular asalto al Museo del Louvre, el más visitado del mundo, ha conmocionado a Francia y a la comunidad artística internacional. Tres hombres encapuchados lograron irrumpir en la Galería de Apolo, uno de los espacios más emblemáticos del museo, llevándose nueve joyas de valor inestimable en una operación ejecutada con precisión quirúrgica.
El robo, ocurrido la mañana del domingo, desató escenas de caos y pánico entre los visitantes, según relataron testigos. “La Policía corría cerca de la pirámide e intentaba entrar al Louvre por las puertas laterales de cristal, pero estaban cerradas e imposibles de abrir”, contó una turista identificada como Kacie, testigo presencial, al periódico Le Parisien.
De acuerdo con ese medio, los ladrones accedieron al edificio por una zona en obras junto al río Sena, sin activar las alarmas. Usaron un montacargas para llegar directamente a la galería objetivo, donde dos de ellos rompieron las vitrinas y un tercero vigiló el exterior. La huida fue igual de calculada: los delincuentes escaparon en motocicleta tras apoderarse del botín.
El ministro del Interior francés calificó las joyas robadas como piezas de “valor incalculable”, mientras que las autoridades no descartan que los ladrones busquen reducir las piezas a lingotes, como ocurrió recientemente con un robo de oro en el Museo de Historia Natural.
La Galería de Apolo, donde ocurrió el robo, es una joya arquitectónica en sí misma: concebida por Luis XIV y decorada con pinturas de Charles Le Brun, alberga parte de las colecciones más preciadas de la monarquía francesa. Entre las piezas sustraídas figuran la colección de zafiros de la Reina María Amelia y la Reina Hortensia, un collar y pendientes de esmeraldas de María Luisa, un broche relicario y un gran lazo de corpiño de la emperatriz Eugenia.
Afortunadamente, las autoridades confirmaron que la colección principal de los Diamantes de la Corona —entre ellos el Sancy, el Hortensia y el Régent, un diamante de 140 quilates célebre por su pureza— no sufrió daños.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, informó que una de las joyas sustraídas fue recuperada tras caer durante la huida de los ladrones. Mientras tanto, un amplio dispositivo policial continúa desplegado en París y sus alrededores para dar con los responsables y recuperar el resto de las piezas.
El suceso, que ha sido descrito por expertos como un “golpe de película”, pone nuevamente en el centro del debate la seguridad en los grandes museos europeos, y reaviva el recuerdo de los históricos robos que marcaron la historia del Louvre, incluyendo el de La Gioconda en 1911.
