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SANTO DOMINGO.– El huracán Melissa, de categoría 5, continúa su devastador paso por el mar Caribe, dejando tras de sí un rastro de inundaciones, destrucción y miles de desplazados en varios países de la región, entre ellos República Dominicana, Haití, Jamaica y Cuba, donde las autoridades mantienen activa la alerta máxima ante su poder destructivo.
En República Dominicana, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reportó daños en 737 viviendas, dos carreteras, dos puentes y 48 comunidades incomunicadas. Además, más de un millón de personas permanecen sin acceso a agua potable debido a la afectación de varios acueductos, y unas 3,785 han tenido que abandonar sus hogares por las inundaciones y los vientos huracanados.
En redes sociales circulan impactantes videos que muestran calles completamente anegadas, viviendas destruidas y árboles derribados. El meteorólogo Wagner Rivera, del Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), calificó el fenómeno como “catastrófico” y advirtió que las lluvias persistirán en gran parte del territorio nacional durante los próximos días.
Actualmente, el centro de Melissa se encuentra a unos 230 kilómetros al suroeste de Jamaica, con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora y desplazamiento lento de 6 km/h. Sus bandas nubosas continúan generando aguaceros de moderados a fuertes en el suroeste dominicano, mientras el resto del país experimenta lluvias de menor intensidad.
En Haití, el panorama es igualmente crítico: al menos tres personas fallecieron y 16 resultaron heridas, mientras 450 viviendas quedaron inundadas y diez colapsaron, según datos de la Dirección de Protección Civil (DPC). Los departamentos del Sur y Grand’Anse están en alerta roja, ante el riesgo de nuevos deslaves y crecidas de ríos.
El meteorólogo Wilner Polydor advirtió que Melissa “sigue representando una amenaza seria” y pidió a la población mantenerse atenta ante el posible deterioro de las condiciones climáticas.
Por su parte, en Jamaica, las autoridades han dispuesto 881 refugios y ordenaron la evacuación preventiva en zonas costeras, especialmente en Port Royal, donde algunos residentes se resisten a abandonar sus hogares pese al riesgo inminente.
Mientras tanto, en Cuba, el gobierno ha iniciado un plan de respuesta anticipada con apoyo de la ONU, para evacuar o proteger a más de 649,000 personas en las provincias del oriente ante la inminente llegada del ciclón.
El huracán Melissa, descrito por expertos como uno de los más poderosos de los últimos años, continúa siendo una amenaza regional sin precedentes, con potencial de causar daños catastróficos a su paso por el Caribe.
