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Los tradicionales pavos presidenciales, de más de 20 kilos, fueron presentados en Washington antes de recibir el perdón oficial del presidente Donald Trump.
Washington, D.C.– Los pavos Gobble y Waddle, dos imponentes ejemplares de más de 20 kilos criados en Carolina del Norte, fueron seleccionados este año para protagonizar el tradicional indulto presidencial de Acción de Gracias, ceremonia encabezada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Las aves fueron presentadas este lunes en el histórico Hotel Willard, a pocos metros de la Casa Blanca, donde pasaron la noche en una elegante suite antes de recibir el perdón presidencial. Ambos nacieron en julio y pesan 52 y 50 libras (24 y 23 kilogramos), respectivamente.
Una tradición que simboliza gratitud
Como cada año, uno de los pavos será nombrado Pavo Nacional de Acción de Gracias, mientras que el otro actuará como suplente. Sin embargo, ambos serán indultados oficialmente, evitando así terminar en la mesa de la cena festiva del jueves.
Leslee Oden, presidenta de la Federación Nacional del Pavo, destacó el simbolismo del acto:
“Los pavos presidenciales representan la gratitud, el trabajo duro y el vínculo entre las familias estadounidenses y la agricultura”, afirmó durante la presentación ante varias familias invitadas.
Destino: una vida tranquila en Carolina del Norte
Tras la ceremonia en la Casa Blanca, Gobble y Waddle regresarán a su estado natal, donde vivirán bajo el cuidado de expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
Los nombres fueron seleccionados mediante una encuesta en redes sociales impulsada por la primera dama, Melania Trump, entre opciones como Acorn, Squash, Sugar, Spice, Pumpkin y Pie.
Una tradición que se remonta décadas atrás
Aunque la entrega de pavos a la Casa Blanca es una costumbre de larga data, fue en 1989 cuando el presidente George H. W. Bush formalizó el indulto. En aquella ocasión, aseguró:
“Les aseguro a ustedes y a este magnífico pavo que no terminará en la mesa de nadie, ni en la de este hombre”.
Desde entonces, el indulto presidencial se ha convertido en una de las ceremonias más pintorescas y esperadas del calendario político estadounidense, marcando el inicio oficial de la temporada festiva en Washington.
