GUARDA PAN PARA MAYO Y HARINA PARA ABRIL

Hace muchos años participé en una conferencia cuyo tema principal era acerca del ahorro, y recuerdo que el experto en el tema, insistió mucho en dos aspectos básicos, que según él, esto ayuda a preservar y salvaguardar el dinero, pero que especialmente impulsa a dar un buen uso al mismo; nos decía: “Nunca vayan al supermercado con hambre,” tras argumentar que esa sola condición llevaba a que las personas compren cosas innecesarias.

También nos habló sobre el riesgo o peligrosidad existente en comprar cosas solo porque no son muy caras, y el comprador inmediatamente piensa, que cien pesos no nos hará ni más rico ni más pobre; aquel conferencista nos decía que ese era un gravísimo error, porque en los pequeños gastos, llamados por los expertos, gastos hormigas, son los que desvían el correcto uso del dinero y desequilibran el control del presupuesto.

El dinero es un bien que ha de ser correctamente administrado, para que su poseedor lo pueda disfrutar con la obtención de bienes y servicios y para que los demás también se beneficien del mismo, pero para eso se requiere reconocer el valor del mismo, no midiéndolo monetariamente sino en términos de bienestar y calidad de vida en incluso en el aspecto de los sentimientos, especialmente la parte emotiva del individuo.

Sí, porque cuidar el dinero es realizar los gastos realmente necesarios, por tal razón hay que apartar sentimientos como “Compre tal o cual cosa, porque yo me lo merezco” ese “Yo me lo merezco” es uno de los peores enemigos del dinero, porque lleva al individuo a actuar, comprar y consumir basado en un sentimiento y no en una necesidad concreta y real; claro, todos somos merecedores de lo mejor pero de manera equilibrada y fuera del sentimiento y de la emoción.
Otro elemento significativo en dar buen uso al dinero es tener bien claro la diferencia entre gasto e inversión, el gasto no retorna, la inversión puede regresar igual o con alguna plusvalía, también recuerdo que en esa conferencia nos decían que cuando uno consiga por la razón que sea un dinero extra de lo normal, que tomemos ese dinero y lo retengamos con nosotros varios días, y que luego uno se detenga a analizar, cómo usará el mismo, o sea, nunca salga corriendo de inmediato a pagar y a comprar.

Todo lo anterior lo traemos a colación porque en diciembre siempre se recibe un dinero extra, por concepto de bonos especiales, el sueldo trece (No regalía), bonificaciones, así como otros incentivos económicos, que este año 2025 asciende sólo por sueldo trece a treinta y cinco mil millones de pesos, sin contar otros programas sociales que el Estado ejecuta para la época navideña.

Todo ese dinero estará en las manos de los servidores públicos en la primera semana de diciembre, de acuerdo al anuncio hecho por el gobierno, de manera que la llamada brisita navideña vendrá a mover y a dinamizar la economía, pero también tendremos las ofertas comerciales de todo tipo de bienes y servicios, por lo que hay que ser cauto, a los fines de que la euforia no nos lleve a realizar gastos superfluos e innecesarios.

Por su parte el empresariado y todo el sector privado también en cumplimiento a la ley, estarán entregando el sueldo trece y otros incentivos a sus colaboradores, de manera que a grandes rasgos entre el sector público y el privado para el presente período navideño estarán circulando en el país alrededor de cien mil millones de pesos, que obviamente habrá de sentirse económicamente hablando.

Así que es oportuno decir en buen dominicano que “no se aloque” y use bien sus “chelitos,” o como dijo Séneca : “Compra solamente lo necesario; lo superfluo, aunque cueste solo un céntimo es caro” y sino escuchemos a Benjamín Franklyn cuando dijo: “Cuida los pequeños gastos; porque un pequeño agujero hunde un barco,” finalmente que disfruten esta época tan bonita y especial y traten de que su vida sea una eterna navidad, con Jesús en su interior como su Salvador.
Así que “Guarda Pan para Mayo y Harina para abril”