En un esfuerzo por gestionar de manera efectiva el flujo migratorio en la región, Nicaragua ha implementado medidas para bloquear el paso de migrantes en la frontera con Honduras. El cierre en la frontera Las Manos, ubicada en el departamento El Paraíso, se llevó a cabo el pasado miércoles con el objetivo de regular el ingreso de migrantes, principalmente venezolanos, haitianos, cubanos y personas de otras nacionalidades que buscan llegar a Estados Unidos.
La decisión de reforzar el control fronterizo busca abordar de manera integral el desafío del flujo migratorio, asegurando la seguridad y el orden en la región. Tanto representantes de los Derechos Humanos de Honduras, la Policía Fronteriza y elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se encuentran en el lugar para gestionar cualquier emergencia que pueda surgir durante este proceso.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Migración, más de 400 mil migrantes de diferentes nacionalidades han ingresado de manera irregular a Honduras en lo que va del 2023. Estas cifras subrayan la importancia de una gestión fronteriza eficiente para abordar las necesidades humanitarias y garantizar la seguridad de todas las personas involucradas.
Nicaragua reafirma su compromiso con la regulación ordenada de los flujos migratorios, respetando al mismo tiempo los derechos humanos y la dignidad de cada individuo. Este paso busca contribuir a una solución integral y coordinada en la gestión de la migración en la región.
