La agencia federal de aviación de EE. UU. investiga un incidente en el vuelo 1282 de Alaska Airlines, donde parte del fuselaje, incluida una ventana, se desprendió en pleno vuelo. A pesar de la emergencia de presurización, la aeronave Boeing 737 Max logró aterrizar sin problemas en el aeropuerto de Portland. Las imágenes del incidente circulan en los medios, y Alaska Airlines ha decidido dejar en tierra su flota de 65 aviones Boeing 737-9 para realizar mantenimiento y evaluaciones de seguridad. La aerolínea colabora con Boeing y los reguladores para entender lo sucedido. A bordo viajaban 171 pasajeros y 6 miembros de la tripulación.