ESCORIA Y RECHAZO O VALIOSO DIAMANTE.

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POR CÉSAR DALMASÍ 

Mamá, Papá, tutor, te ruego que me des todo lo que te pido, complace todos mis gustos, deseos y todo lo que se me antoja ahora que soy niño, adolescente o joven, sí, por favor dame todo y no me niegues nada; conozco de tu amor inmenso por mi y sé muy bien que no quieres que yo sufra; satisface ahora todos mis antojos para que cuando yo esté biológicamente como tú todo un adulto, ser esa escoria, basura y desecho social, que tú vas moldeando al complacerme en todas mis ñoñerías, sigues diciendo a mi no me importa, lo primero es que es mi hijo y yo pago las cuentas que haga en bares, discotecas y en cualquier otro lugar.

Papi, mami, se exigente conmigo, oblígame a levantarme temprano no me dejes acostado hasta las once de la mañana o hasta el mediodía, enséñame el valor del trabajo, hazme comprender cuánto sacrificio cuesta conseguir las cosas materiales, se por favor duro, fuerte e inflexible conmigo cuando se trata de asumir compromisos y responsabilidades en mi casa o ante la vida y la sociedad, no te dejes dominar por ese amor que dices tenerme y déjame que sienta el cansancio físico y el agotamiento que se produce después que fui a mis estudios y luego te acompañé en realizar las labores  propias de la casa en la que vivo contigo y mis demás hermanos, así seré un ejemplo a seguir y un orgullo para ti y claro seré lo más útil socialmente hablando.

Papá  y mamá, debemos tener muy pendiente que nosotros somos los alfareros y los constructores del destino de nuestra  prole; en nuestras manos está lo que queramos conformar para mañana, ese mañana que dependerá de la crianza o de la cuna de donde nazca, como dijera un expresidente, que por cierto ese expresidente no es  el mejor ejemplo, por lo que hacerlo bien  hoy es nuestra responsabilidad y compromiso sagrado  ante Dios y la sociedad, de eso dependerá lo que ellos sean mañana para que después en un soliloquio no nos preguntemos en dónde o en qué fallamos, de manera que no te hagas el loco que tú sabes bien cuál fue tu error.

Te aconsejo papá y mamá que nunca asumas ni digas no quiero que mi hijo pase lo mismo que yo y lo digo en el sentido de que te conviertas en un desequilibrado criando a tus hijos, realmente está muy bien que no permitamos que sufran pero hasta un punto, ellos también tienen que saber y aprender que todo se logra con sacrificio y esfuerzo, que en la vida no todo es color de rosa, más bien la vida te da las mejores rosas pero al mismo tiempo esa bella flor viene por naturaleza acompañada de su espina, sí, hazle saber a tu hijo la cruda realidad de la vida y te aseguro que él te lo agradecería mañana.

Que no andes con esos amigos, que no veas tal o cuál programa de televisión, que sueltes un poco esas redes sociales, que no te juntes con el hijo de fulano, que no camines por tal o cual lugar, que dejes esa salidera de noche, ellos se encuentran todo eso mal  pero al final es para su bien, las restricciones y no complacencia tratadas de forma equilibrada siempre dan buenos frutos.

Ahora papá, mamá, si tú quieres haz todo lo contrario a una buena crianza y no seas responsable en nada, además mira a tus hijos con un amor desequilibrado para que cuando sean hombres o mujeres les escuche decir maldita sea la hora cuando mis padres me complacieron en todo o tú mismo decir maldita sea cuando te complací en todo, mira ahora lo que le he dado a la sociedad un monstruo que tiene la Policía y demás autoridades que tratar de ajustarlo al cumplimiento de las normas, si es que no va a la cárcel o al cementerio por su inconducta.

En cambio observas qué maravilloso es escuchar a nuestros hijos decir gracias mamá, gracias papá por todo lo que me exigieron y por todo lo que me negaron, hoy soy ese profesional en el área que sea y estoy aportando mi parte para hacer de nuestra sociedad lo mejor; también otra expresión que llena de paz es cuando tú escuchas a tu hijo decir, a mis hijos los criaré bajo las mismas normas y principios que ustedes me enseñaron a mí, qué maravilloso todo eso.

En otras palabras Papá y mamá, de ti dependen que la sociedad tenga ese diamante, aquella gema que todos quieren y que tienes ese gran valor, pero también de ti depende que la sociedad reciba la peor escoria y desecho humano, ese que tendrás que ir a verlo a la cárcel si es que no se queda en el camino y tienes que llevarlo a donde no hay retorno, como dije en el párrafo anterior.

Pero por favor no me mal interpreten, claro que estoy de acuerdo que hay que criar a los hijos con amor, pero nunca en exceso, se cría bajo una cultura de paz, bajo sentimientos y normas cristianas, enarbolando el valor de la vida, el respeto mutuo, la confianza y justicia; aún recuerdo cuando en mi niñez a todos los adultos tenía que decirle la bendición tío, recuerdo por igual cuando le preguntaban a mis padres, ese es su hijo y ellos respondía, sí y criado suyo, como una manera de darle autoridad de padre en mí, 

De igual manera tengo en mis recuerdos el respeto que había que rendirle o sí o sí a losmayores y añoro ver aquella imagen cuando el campesino pasaba en frente de una escuela, de un cuartel militar o policial o frente a cualquier símbolo patrio, cómo ese campesino desde su cabalgadura se quitaba el sombrero y se inclinaba con gran reverencia y respeto, pero que tristeza me da cuando hoy veo todo lo contrario, no se respeta nada ni a nadie, se escucha el Himno Nacional y es como si se escuchara cualquier cosa, que gran tristeza, obviamente sé muy bien que todo con el tiempo cambia, pero también sé muy bien que los valores, las normas y las buenas prácticas son inmutables e imperecederas , sencillamente porque lo bueno lo es siempre como lo malo lo es también siempre.

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