El expresidente Donald Trump ha anunciado su última propuesta en un mitin de campaña en Nevada: una exención de impuestos para las propinas. Este esfuerzo busca cortejar a los votantes más jóvenes y trabajadores de servicios. Nevada, un campo de batalla crucial en las elecciones presidenciales, cuenta con la mayor proporción de empleados en las industrias de alimentos y alojamiento, donde las propinas son una parte fundamental del ingreso de los trabajadores.
Trump destacó la importancia de esta medida en un evento celebrado en Florida, coincidiendo con su 78 cumpleaños. «Necesitamos correr la voz para que cada vez que dejes una propina durante los próximos cinco meses, pongas en el recibo, ‘vota por Trump porque no hay impuestos sobre las propinas’», dijo el expresidente.
Sin embargo, la exención de impuestos para las propinas enfrenta críticas y preocupaciones económicas. La organización Committee for a Responsible Federal Budget (CRFB) advirtió que el costo podría ser significativamente mayor si empleadores y empleados ajustan su compensación, trasladando más ingresos de salarios a propinas. La CRFB estima que con un cambio del 10% hacia las propinas, el costo podría aumentar a 275,000 millones de dólares. Si las propinas se duplican y se compensan con salarios más bajos, la pérdida de ingresos para el gobierno federal podría elevarse a 500,000 millones de dólares.
Esta propuesta presenta un desafío fiscal considerable. Trump, quien se perfila como el candidato presidencial republicano, también propone ampliar los recortes de impuestos individuales y patrimoniales promulgados en 2017. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), estos recortes podrían costar 4.6 billones de dólares en los próximos 10 años.
Además, Trump planteó la posibilidad de reducir la tasa impositiva corporativa del 21% al 20%. Para compensar las pérdidas de ingresos derivadas de estos recortes, sugirió aumentar los aranceles sobre bienes importados. Esta idea ha generado divisiones dentro del Partido Republicano sobre cómo financiar los recortes de impuestos, si mediante recortes de gastos u otras fuentes de ingresos.
Los recortes de impuestos de 2017, que no fueron totalmente compensados, añadieron aproximadamente 1.5 billones de dólares al déficit presupuestario de Estados Unidos, según la CBO.
La propuesta de exención de impuestos para las propinas de Trump se enfrenta a un escrutinio intenso y plantea importantes preguntas sobre la sostenibilidad fiscal y los impactos económicos a largo plazo.
