UNA GRAN NECEDAD

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POR CÉSAR DALMASÍ 

Soy el primero en defender a los haitianos en cuanto a sus derechos se refiere, en lo político, social y especialmente en lo humano, sin embargo en la misma dimensión y fuerza con que defiendo lo anterior también con esa misma energía soy el primero en rechazar su actitud enfermiza a todo lo que es dominicano, así como sus acciones desequilibradas y su esquizofrenia colectiva en contra de los intereses de todos los dominicanos, los haitianos deben entender de una vez y por todas que la solución a sus históricos problemas primero no los resolverán queriendo ocupar nuestro espacio geográfico, pero tampoco señalándonose inculpándonos de su triste desgracia.

Todo lo contrario, los dominicanos somos los primeros en desear y querer que ese sufrido pueblo haitiano se encause por los senderos de verdadera libertad y desarrollo para que puedan ascender hacia los niveles de avances como pueblo y como nación; pero para eso deben de provocar procesos serios de cambios y transformaciones profundas en todos los aspectos, especialmente en su mentalidad y en su sentimiento y no señalar a nadie buscando culpables de su desgracia y fatalidad, deben los haitianos mirar hacia adentro, virarse hacia ellos mismos y allá en la profundidad de su realidad, encontrarán ambas cosas, a los culpables de su maldición y al mismo tiempo allí también encontrarán la solución a todos sus problemas, así como dije, a todos sus problemas.

Leí con mucha tristeza el reclamo que hizo el recién instalado gobierno haitiano a la República Dominicana, en su desacertado, necio e injusto comentario en la Red Social X, cuando dijo textualmente: “El gobierno haitiano lamenta que una vez más, ciudadanos haitianos hayan sido víctimas de tratos inhumanos en la zona fronteriza y en el territorio vecino” todo este libelo refiriéndose a la República Dominicana; cuánta falsedad, injusticia, mentira y falta de agradecimiento se observa y se siente en ese necio e infame comentario.

Por eso y en pos de lo justo digo que siempre hay que mirar todo el entorno, pero lamentablemente los haitianos sólo mirar hacia un solo lado y no observan el todo en su más profundo significado de la observación, estoy seguro que si lo hicieran así, verían otras cosas pero lamentablemente ellos no quieren ni le interesa mirar ese todo al que me refiero, porque le daría muy fuerte en su mismo rostro, porque de inmediato identificarían primero a sus verdugos, que está dentro de ellos mismos y que obviamente no somos los dominicanos, pero también se darían cuenta de que sus supuestos defensores internacionales lo único que buscan es sus propios intereses y no el interés de los haitianos, es más, esos organismos internacionales y sectores muy poderosos de Haití, le sacan pingües beneficios a la desgracia de los haitianos y estos últimos dejándose arrastrar.

Es tiempo de que el pueblo haitiano, dije claro, el pueblo haitiano despierte y abra bien los ojos, sólo así vería por ejemplo que la República Dominicana es la nación que históricamente más le ha dado apoyo y lo sigue haciendo en la actualidad, los dominicanos dedicamos más del 15% de nuestro  PIB para pagar a las mujeres haitianas parturientas que cruzan exclusivamente a parir de este lado dominicano, también verían que en nuestras escuelas desde primaria hasta grado universitario un alto porcentaje de haitianos estudian en nuestros centros educativos y para poner un ejemplo, el Estado Dominicano hace una inversión superior a los 50 mil pesos por cada estudiante dependiendo del nivel educativo y eso que realmente tenemos más de doscientos mil estudiantes haitianos distribuidos en todos nuestros centros educativos.

Pero también el nivel más alto de estudiantes extranjeros en nuestro país le corresponde a Haití, con más de un seis por ciento (6%) en relación a otros países que tienen estudiantes en dominicana, pero aún más, con los dominicanos están conviviendo alrededor de dos millones de haitianos que no tienen regulado su estatus migratorio y las autoridades lo saben y por razones humanitarias se hacen de la vista gorda;   pero eso no lo ve el gobierno haitiano y ni tampoco lo ven muchos de sus conciudadanos; creo más bien que el actual gobierno haitiano en lugar de hacerle un reclamo injusto al gobierno dominicano sobre supuesto maltrato que sólo está en la cabeza de ellos, lo que debió hacer es una nota de agradecimiento por el apoyo histórico, solidario y profundo que reciben los haitianos de parte nuestra.

Por lo que califico de necio, perturbador, injusto y sobretodo un pedido que pone en alto relieve el bajo sentimiento de los haitianos, mostrándolo como unos verdaderos malos agradecidos; sin embargo y hay que decirlo, si los haitianos se sienten maltratados como falsamente dice el nuevo gobierno haitiano, sencillamente que se vayan para su país o al revés si su gobierno le duele tanto y ama tanto sus conciudadanos y que supuestamente son maltratados fuera de Haití, que los mande a buscar y se haga cargo de ellos, usted no cree Señor nuevo Primer Ministro de Haití. 

Ya en un anterior artículo hablé sobre por qué no es posible una simbiosis entre ambos pueblos, artículo que les invito a releer en este mismo periódico y al que titulé “JUNTOS PERO NO REBURUJADOS”, también por otro lado le digo al gobierno y al pueblo  dominicano que continúe aplicando el pensamiento del más ilustre de los dominicanos, el Padre de la Patria Juan Pablo Duarte y Díez cuando dijo: “El gobierno debe mostrarse justo  y enérgico o no tendremos patria y por consiguiente, ni libertad, ni independencia nacional.”

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