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Río de Janeiro. Lo que debía ser una fiesta deportiva se convirtió en una pesadilla para los hinchas de Peñarol que viajaron a Brasil para el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores contra Botafogo, donde el equipo uruguayo perdió por un abultado 5-0. Sin embargo, los acontecimientos dentro y fuera del campo fueron ensombrecidos por graves incidentes entre hinchas carboneros y la policía brasileña, lo que terminó con detenciones y maltratos hacia los fanáticos uruguayos.
Conflictos en Praça do Pontal y Arrestos Masivos
Antes del partido, se desató un enfrentamiento en Praça do Pontal donde se encontraban los hinchas de Peñarol. Torcedores de Flamengo, junto a grupos de Fluminense, Botafogo y Vasco da Gama, aparecieron en el lugar, lo que generó disturbios que terminaron con balazos de goma y vehículos incendiados. La situación fue manejada por la policía brasileña, y 230 hinchas uruguayos fueron detenidos, aunque más de 200 fueron liberados después del partido. Al menos 23 siguen bajo custodia en Río, esperando juicio.
Viaje de Regreso en Condiciones Extremas
A pesar de haber sido liberados, los hinchas de Peñarol que abordaron los autobuses para regresar a Uruguay experimentaron un viaje de regreso lleno de obstáculos y restricciones extremas. María, una hincha que viajaba en un ómnibus desde Paysandú, relató su calvario: “Nos tuvieron cuatro horas encerrados después del partido. Nos liberaron, pero la orden de un juez brasileño prohibía que nos bajáramos del ómnibus, ni siquiera para necesidades básicas”.
Según el testimonio de María, la caravana de autobuses, que incluía a niños y mujeres embarazadas, ha viajado durante más de 30 horas sin paradas adecuadas para abastecimiento de agua o comida. Los cinco buses restantes aún están a más de 10 horas de la frontera, según los reportes, y algunos lograron continuar solo gracias a la intervención de autoridades uruguayas.
Incidentes y Maltratos en el Estadio
Dentro del estadio Nilton Santos, la tensión fue evidente. A la llegada, los hinchas de Peñarol fueron agredidos por simpatizantes de Botafogo, quienes rompieron ventanas de los ómnibus. La policía, en lugar de intervenir, encerró a los hinchas uruguayos y bloqueó su salida. La situación escaló al punto de que, tras el partido, la policía ingresó al área de los hinchas de Peñarol y los mantuvo detenidos, usando gas pimienta y armas de goma.
Los hinchas uruguayos describieron la situación como “un abuso extremo” y mencionaron que, en una parada, la policía brasileña incluso restringió el uso de baños, custodiando a los hinchas armados en la puerta.
El Reto de Conmebol y la Urgencia de Soluciones
El incidente ha dejado en evidencia la falta de coordinación entre las autoridades brasileñas y la Conmebol para garantizar la seguridad de los hinchas visitantes. Los simpatizantes de Peñarol, que aún soportan la larga travesía de regreso, instan a los organismos deportivos y a los gobiernos involucrados a revisar las medidas de seguridad para los partidos internacionales.