Militares corruptos que sobornan a los haitianos y policías que negocian con bandas terroristas  hacen quedar mal parado al Presidente

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Teófilo Abreu

El presidente Luis Abinader fue realmente sorprendido en La Semanal del pasado lunes 25 de este lunes, cuando el periodista Ramón Colombo le inquirió sobre la corrupción de militares dominicanos en la frontera dominico-haitiana  y el suministro de armas y municiones de la Policía Nacional a las bandas terroristas que operan en Haití.

“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”. Esta histórica y sentenciosa frase del padre de la patria  Juan Pablo Duarte ha debido estar presente en la mente del presidente Abinader, al observar lo que está pasando con los militares dominicanos que supuestamente custodian la frontera.

Para nadie es un secreto que la frontera dominico-haitiana se ha constituido en una fuente de lucro para los militares que son destacados allí para impedir el cruce ilegal de inmigrantes, mercancías, drogas, armas y todo cuanto no cuente con la debida autorización por parte de las autoridades.

Y en medio del calor de La Semanal surgió inesperadamente la pregunta “colomba”, al recordarle al mandatario que hace unos años el traslado de un militar a la frontera era considerado como un castigo; pero de un  tiempo para acá se ha convertido en un premio, ya que para muchos hombres de uniforme es una oportunidad para hacerse de dinero, sin que le importe para nada su sagrada misión en defensa de la patria.

Pero Colombo no se circunscribió a señalar la cantidad de dinero que se cobra por dejar pasar a las parturientas haitianas y a otros inmigrantes  que vienen a penetrar de manera ilegal, sino que reveló supuestos informes de policías kenianos, de que las bandas terroristas que operan en Haití han recibido armas y municiones de la Policía Nacional.

La respuesta del Presidente, visiblemente sorprendido, lo ha hecho quedar mal ante la opinión pública, al limitarse a señalar que por primera vez militares son apresados y sometidos a la justicia por corrupción en la frontera, y que no había recibido información de los policías kenianos sobre el supuesto suministro de armas y otros pertrechos de la Policía Nacional a las bandas terroristas.

Estamos ante una situación de extrema gravedad, que no debe ser tomada como algo que simplemente ocurre normalmente, y que reciba una fría respuesta como la que ha ofrecido el mandatario.

No estamos proponiendo que se asuma una actitud como estamos acostumbrados a ver en China, donde precisamente el pasado lunes un  funcionario fue condenado a muerte por recibir soborno.

Lo que sí consideramos es que es hora de pasar de las palabras a los hechos, y recordar la sentencia de Duarte: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”.

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