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La líder opositora venezolana María Corina Machado llamó a los ciudadanos a una manifestación multitudinaria el próximo 10 de enero, coincidiendo con la fecha prevista para la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro. Por su parte, el mandatario también ha invitado a sus seguidores a movilizarse en apoyo a su juramentación, intensificando las tensiones políticas en el país.
Machado: «Un poderoso rito de libertad»
En un mensaje difundido en X, Machado instó a los venezolanos dentro y fuera del país a unirse en un acto simbólico: cantar el himno nacional, Gloria al Bravo Pueblo, simultáneamente desde cualquier lugar del mundo.
“Venezuela entera se encontrará en la calle, abrazándonos en un rito hermoso y poderoso de libertad, desde pueblos y ciudades hasta cualquier rincón del mundo donde haya un venezolano», expresó Machado.
La líder opositora también reafirmó su desconocimiento del triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, insistiendo en que el verdadero vencedor fue Edmundo González Urrutia, candidato respaldado por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
“Los derrotamos políticamente, electoralmente y espiritualmente. Ha triunfado la verdad, la razón y el bien», afirmó.
Maduro: «Jurar por la patria bolivariana»
En respuesta, Nicolás Maduro convocó a una movilización masiva de sus seguidores para respaldar su toma de posesión, que marcará el inicio de su período presidencial 2025-2031.
“Por millones debemos salir a jurar por Venezuela, la independencia y la patria bolivariana”, manifestó el mandatario durante un acto oficial el pasado 10 de diciembre.
Maduro está previsto a juramentar su cargo en la sede de la Asamblea Nacional, en un acto que ha generado un aumento en la polarización política y social del país.
Contexto de alta tensión
La doble convocatoria refleja la creciente tensión en Venezuela tras las disputadas elecciones de julio, donde la oposición denuncia irregularidades y se niega a reconocer los resultados oficiales. Este 10 de enero, las calles del país serán escenario de dos visiones opuestas de Venezuela, con manifestaciones que podrían definir el rumbo político de los próximos años.
Ambos líderes han apelado al simbolismo y a la movilización masiva, dejando entrever un clima político cada vez más incierto.
