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El Gobierno panameño responde a la presión de EE.UU.
Panamá reafirmó su soberanía sobre el Canal de Panamá, luego de la visita del senador estadounidense Marco Rubio, quien expresó preocupaciones sobre la influencia de China en la región y la administración del paso interoceánico.
En un comunicado oficial, el gobierno panameño reiteró que la administración del canal se rige bajo la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), una entidad autónoma que opera con independencia desde la transferencia de la vía en 1999, bajo los términos establecidos en los tratados Torrijos-Carter.
Rubio y las preocupaciones de Washington
Durante su visita, el senador republicano expresó inquietudes sobre la creciente presencia de empresas chinas en el comercio marítimo global y la posible influencia de Pekín en la administración del canal. Rubio ha sido un fuerte crítico de la expansión de China en América Latina, señalando que la nación asiática busca aumentar su control sobre infraestructuras estratégicas en la región.
«El Canal de Panamá es una ruta vital para el comercio mundial y la seguridad regional. Es importante que siga operando de manera transparente y libre de influencias externas que puedan afectar los intereses de nuestros aliados», afirmó el legislador.
Panamá defiende su autonomía
El gobierno de Panamá respondió enfatizando que no acepta injerencias extranjeras en la gestión del canal, subrayando que las decisiones sobre su administración son tomadas exclusivamente por la ACP, con base en criterios de eficiencia y neutralidad.
Asimismo, autoridades panameñas destacaron que el país mantiene relaciones comerciales con múltiples naciones, incluyendo Estados Unidos y China, sin que esto implique una pérdida de autonomía.
El Canal de Panamá, por donde transita aproximadamente el 6% del comercio marítimo mundial, sigue siendo un punto estratégico clave en la geopolítica internacional, y su control sigue generando tensiones entre las potencias globales.