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La ciudad de Buenos Aires vivió este miércoles 5 de marzo una jornada de caos tras un apagón masivo que afectó a más de 620,000 usuarios, incluyendo comercios, viviendas y edificios gubernamentales como la Casa Rosada. La crisis energética ocurrió en un contexto de ola de calor extrema, con una sensación térmica que alcanzó los 44 grados, agravando la situación para los ciudadanos.
Falla en línea de alta tensión causó el corte
Las autoridades y la empresa eléctrica Edesur informaron que el apagón se debió a una falla en una línea de alta tensión, lo que afectó varias subestaciones de la ciudad. Aunque el 70 % de los afectados recuperó el servicio durante la tarde, cerca de 200,000 usuarios seguían sin luz al finalizar el día.
Caos en la ciudad: tráfico colapsado y negocios paralizados
El corte eléctrico generó embotellamientos y caos en el transporte público, ya que los semáforos dejaron de funcionar en varios barrios y el metro tuvo que ser suspendido temporalmente. En el barrio de Barracas, cientos de vecinos pasaron horas sin luz en un ambiente sofocante, mientras que otros salieron a la calle en busca de sombra o aire fresco.
Para los comerciantes, la falta de electricidad representó grandes pérdidas económicas. Eduardo Marecos, un carnicero afectado por el apagón, lamentó:
«Esta mañana tuvimos que tirar un montón de mercadería. Pagamos casi un millón en luz y aún así pasamos por esto.»
Los negocios con generadores a gasolina intentaron mantener sus operaciones, mientras que las estaciones de serviciovieron largas filas de personas buscando combustible para mantener sus propios generadores en funcionamiento.
Crisis energética y aumento en el costo de vida
El apagón se produce en un contexto de fuertes aumentos en las tarifas eléctricas, lo que ha generado malestar ciudadano. Según un informe de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, las tarifas de electricidad aumentaron 268 % en 2024, mientras que la inflación alcanzó el 117.8 % en el mismo período.
Para muchos ciudadanos, este colapso en el sistema eléctrico refuerza la percepción de que pagan más por un servicio deficiente. Gilda Ávila, empleada de un lavadero en Barracas, expresó su frustración:
«Tengo un montón de ropa por entregar y con este calor es imposible trabajar. Aumenta todo y no mejora nada.»
Si bien el suministro eléctrico se ha restablecido en gran parte de la ciudad, las autoridades continúan monitoreando la estabilidad del sistema para evitar nuevas interrupciones.