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Washington. – En una audiencia celebrada ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, expertos en geopolítica y defensa revelaron la existencia de una alianza estratégica entre China y Cuba para establecer un sistema de vigilancia en territorio cubano, orientado al monitoreo de blancos civiles y militares de los Estados Unidos.
Durante la sesión, Ryan Berg, director del programa para América Latina del Centro Estratégico de Estudios Internacionales (CSIS); Leland Lazarus, director del programa de Seguridad Nacional del Instituto Gordon; y Andrés Martínez Fernández, analista del Centro Allison para la Seguridad Nacional, presentaron testimonios que detallan la creciente presencia de infraestructura de inteligencia china en la isla caribeña.
Berg identificó al menos cuatro instalaciones operativas en Cuba —Bejucal, Wajay, Calabazar y El Salao— desde donde se ejecutan actividades de espionaje dirigidas hacia territorio estadounidense. El experto advirtió que estas instalaciones recopilan información más allá de Estados Unidos, incluyendo otros países del Caribe.
Por su parte, Martínez Fernández destacó que la Habana se ha convertido en un centro clave para la expansión de las operaciones de inteligencia chinas, y alertó sobre la creciente penetración política y militar de Beijing en la región. Señaló además que la presencia china se extiende a través de grandes embajadas y centros de monitoreo en otros países del Caribe y América del Sur.
Lazarus, con una trayectoria enfocada en la influencia china en América Latina, subrayó que Cuba actúa como una “cabeza de playa estratégica” a solo 90 millas de Florida. Explicó que el régimen de Beijing ha instalado tecnología de vigilancia en aeropuertos, puertos y aduanas cubanas, lo que le otorga acceso privilegiado a datos sensibles y flujos logísticos cerca del territorio estadounidense.
Los tres especialistas coincidieron en que estas acciones forman parte de una estrategia a largo plazo de China para aumentar su poder geopolítico en el hemisferio occidental, utilizando herramientas tecnológicas, diplomacia regional y alianzas multilaterales como CELAC y BRICS. También enfatizaron la necesidad de que Estados Unidos articule una respuesta firme para contrarrestar la expansión de la inteligencia china en la región.
La audiencia se produce pocos días antes de la Cumbre de la CELAC-China, que tendrá lugar en Beijing el próximo 13 de mayo, evento que reunirá a la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe, en un contexto de creciente preocupación sobre la influencia de China en la seguridad hemisférica.