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Cheshire, Reino Unido. – El mundo del motociclismo está de luto tras el trágico accidente ocurrido este lunes durante una carrera del Campeonato Británico de Superbikes en el circuito de Oulton Park, donde perdieron la vida los pilotos Owen Jenner, de 21 años, y Shane Richardson, de 29, tras una colisión en cadena que involucró a 11 competidores.
El incidente se produjo en la primera curva de la primera vuelta del evento correspondiente al Quattro Group British Supersport Championship, parte del fin de semana inaugural de la temporada. Según informó MotorSport Vision Racing (MSVR), la caída inicial de un piloto en la curva Old Hall desencadenó una serie de colisiones que provocaron la inmediata interrupción de la carrera y, posteriormente, su cancelación total debido a la gravedad de los hechos.
Jenner, británico y piloto del equipo Rapid Honda, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y falleció en el centro médico del circuito pese a los intentos de reanimación. El joven piloto había logrado múltiples títulos nacionales, incluyendo el Campeonato Británico de GP2 en 2024. Por su parte, Richardson, oriundo de Nueva Zelanda y corredor del equipo Astro-JJR Hippo Suzuki, murió antes de llegar al hospital tras sufrir graves lesiones en el pecho. Era padre de dos hijos y un referente para las nuevas generaciones del motociclismo neozelandés.
Además de los fallecidos, el piloto Tom Tunstall, de 47 años, resultó gravemente herido con lesiones en la espalda y el abdomen, y fue trasladado al Hospital Universitario Royal Stoke. Otros cinco pilotos sufrieron heridas leves y fueron atendidos en el lugar, mientras que tres salieron ilesos.
La Motorcycle Circuit Racing Control Board y la policía de Cheshire, en conjunto con el forense local, han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente. En tanto, las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencias por parte de colegas, fanáticos y organizaciones del motociclismo, quienes destacaron el talento, la dedicación y la calidad humana de ambos corredores.
El trágico suceso ha dejado una profunda marca en la comunidad del deporte motor británico e internacional, recordando los riesgos extremos que enfrentan quienes compiten sobre dos ruedas.
