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El pasado domingo 1 de junio, un evento conmemorativo en el Pearl Street Mall de Boulder, Colorado, fue interrumpido por un violento ataque perpetrado con un lanzallamas improvisado y artefactos incendiarios. La manifestación, organizada por el movimiento internacional “Run for Their Lives” para recordar a los rehenes israelíes retenidos en Gaza, se convirtió en una escena de caos y pánico tras el ataque que dejó al menos ocho personas heridas.
El sospechoso, identificado como Mohamed Sabry Soliman, de 45 años y ciudadano egipcio, fue detenido pocas cuadras después del incidente. Según testigos y reportes oficiales, Soliman gritó consignas políticas durante la agresión, entre ellas “Palestina libre”, lo que llevó a las autoridades a considerar el ataque como un posible crimen de odio con motivaciones antisemitas. El FBI y la policía local han abierto una investigación conjunta, catalogando el hecho como un acto de terrorismo.
Entre las víctimas se encuentra un sobreviviente del Holocausto, hecho que ha incrementado la gravedad simbólica del suceso para la comunidad judía local. La rápida actuación de los servicios de emergencia evitó consecuencias más trágicas, logrando contener el incendio y trasladar a los heridos para su atención médica inmediata.
El atacante, que se encontraba residiendo ilegalmente en Estados Unidos tras la expiración de su visa en 2023, fue hospitalizado para una evaluación médica y posteriormente trasladado a la cárcel del condado de Boulder. Las autoridades confirmaron que actuó solo y que, hasta el momento, no se han encontrado vínculos con organizaciones extremistas.
Líderes locales y nacionales condenaron enérgicamente el ataque. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, expresó su solidaridad con las víctimas, mientras que el gobernador de Colorado, Jared Polis, lo calificó como un acto intolerable. Mark Michalek, agente especial del FBI en Denver, subrayó que este tipo de actos representan una amenaza persistente contra comunidades vulnerables en Estados Unidos.
La comunidad de Boulder continúa conmocionada mientras avanzan las investigaciones. Las autoridades han solicitado la colaboración ciudadana para recabar más evidencia, incluyendo videos o publicaciones en redes sociales que permitan esclarecer los hechos y reforzar las medidas de seguridad en futuras concentraciones públicas.