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Un turista estadounidense identificado como Kevin Mares, de 25 años y residente de Nueva York, fue asesinado a tiros la madrugada del domingo 10 de agosto en la comunidad de La Perla, en San Juan, Puerto Rico. Según la policía, Mares había viajado junto a tres amigos para asistir a uno de los conciertos de la residencia de Bad Bunny, evento que ha atraído a miles de visitantes a la isla.
El ataque ocurrió en un establecimiento dentro de la barriada, cuando una discusión entre varias personas derivó en disparos. Mares, quien no participaba en la disputa, recibió un impacto de bala en el costado izquierdo y fue trasladado al principal hospital público, donde falleció. Otras dos personas, residentes de La Perla, resultaron heridas y permanecen hospitalizadas. Las autoridades informaron que no cuentan con una descripción del agresor y desconocen el motivo del enfrentamiento.
La Perla, ubicada junto al Viejo San Juan, ha tenido una larga historia de violencia, aunque en la última década experimentó una disminución de delitos y un aumento del turismo tras un operativo federal en 2011 y su aparición en el videoclip de “Despacito”. Sin embargo, persisten episodios de criminalidad que han afectado a visitantes. En 2023, tres turistas fueron apuñalados en el sector, y en 2024, un joven de Delaware fue asesinado en circunstancias violentas.
El caso de Mares ha reavivado el debate sobre la seguridad en zonas históricamente estigmatizadas y los riesgos que enfrentan los turistas en áreas vulnerables del Caribe, incluso durante eventos de gran atracción internacional. Las investigaciones continúan para identificar al responsable y esclarecer las circunstancias del homicidio.
