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Los Houston Rockets volvieron a demostrar que están encontrando identidad esta temporada tras vencer 114-104 a los Cleveland Cavaliers, en un partido marcado por dos realidades opuestas: la solidez de Houston desde el inicio y la reacción tardía de Cleveland, que otra vez mostró problemas de consistencia.
Desde la primera mitad, los Cavs lucieron desconectados, fallando 16 de sus primeros 20 triples y dejando escapar rebotes claves que derivaron en 21 puntos de segunda oportunidad para los Rockets. Ese dominio permitió a Houston construir una ventaja que llegó a ser de 22 puntos.
El protagonista de la noche fue Alperen Sengun, quien firmó 28 puntos y 11 rebotes, mostrando su crecimiento como figura central del proyecto de Houston. Junto a él, Kevin Durant aportó 20 unidades con su acostumbrada eficacia en momentos críticos.
Cleveland vivió su mejor momento en el tercer cuarto, con un parcial de 30-17 impulsado por Evan Mobley y una defensa más agresiva. Sin embargo, el despertar tardío del equipo terminó frustrando cualquier intento de remontada.
Donovan Mitchell, prácticamente ausente antes del último cuarto, anotó 19 de sus 21 puntos en los minutos finales, pero la diferencia inicial fue demasiado grande.
La derrota profundiza la sensación de irregularidad en los Cavaliers, afectados por la ausencia prolongada de Darius Garland y la falta de cohesión ofensiva.
Ahora, Cleveland intentará recuperarse este viernes cuando reciba a los Indiana Pacers en otro compromiso de la NBA Cup, donde el margen de error es cada vez más pequeño.
