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ORLANDO ARIAS
Santo Domingo.– La labor que viene realizando la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, continúa generando respaldo en distintos sectores de la sociedad, incluyendo voces de apoyo desde la diáspora dominicana, por su enfoque decidido y transformador en la búsqueda del orden, la legalidad y una convivencia pacífica.
El dirigente comunitario y articulista Julio Furgencio Richard, residente en Europa, expresó su respaldo a través de una reflexión pública en la que valoró la firmeza con la que la ministra ha enfrentado uno de los retos más complejos del país: la normalización del desorden social. A su juicio, Raful no solo hace cumplir la ley, sino que promueve un cambio cultural de fondo, educando para la convivencia y fomentando una nueva conciencia ciudadana.
En esa misma línea, la reconocida líder comunitaria Wanda Miranda destacó mediante un audiovisual la valentía con que Faride Raful ha enfrentado prácticas sociales profundamente arraigadas. Resaltó que la actual gestión va más allá del discurso, con acciones concretas y resultados medibles que evidencian voluntad política.
Miranda subrayó que las estadísticas más recientes respaldan esta percepción. En 2024, la República Dominicana redujo su tasa de homicidios a 9.61 por cada 100,000 habitantes, lo que representa 126 homicidios y casi 20 mil robos menos que el año anterior, reflejo de una política de seguridad ciudadana que combina la represión del delito con la prevención y la transformación social.
Furgencio y Miranda coinciden en que, aunque los avances son notables, el cambio estructural aún está en desarrollo. Entre los desafíos pendientes mencionan el desorden urbano, el irrespeto a las normas de tránsito, la contaminación sónica y el comercio informal, problemáticas que reflejan la necesidad de un nuevo modelo de convivencia.
Ambos líderes destacan que el trabajo de Faride Raful ha abierto un debate fundamental para la sociedad dominicana: cómo construir una cultura del respeto a las normas, donde el orden sea una herramienta para el bienestar colectivo y no una imposición.