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San José, Costa Rica.– Violeta Barrios de Chamorro, la primera mujer en presidir Nicaragua y una de las figuras más emblemáticas de la lucha por la democracia en América Latina, falleció este sábado a los 94 años en la ciudad de San José. La noticia fue confirmada por su familia mediante un comunicado que destacó su partida en paz, rodeada del afecto de sus hijos y cuidadores, y agradeció al pueblo costarricense por haberle brindado refugio durante sus últimos años de vida.
Violeta Barrios gobernó Nicaragua entre 1990 y 1997, tras derrotar en las urnas a Daniel Ortega al frente de la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de partidos que puso fin a una década de guerra civil. Su mandato marcó un punto de inflexión en la historia del país al promover la reconciliación nacional, el desarme y la reconstrucción económica en una etapa de transición especialmente compleja.
Nacida en 1929 en Rivas, Violeta Barrios se convirtió en un referente público tras el asesinato de su esposo, el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, director del diario La Prensa. El crimen, ocurrido en 1978, desencadenó una ola de protestas que aceleró la caída de la dictadura de Anastasio Somoza. Desde entonces, Violeta se volcó en la defensa de la libertad de prensa y los derechos ciudadanos, enfrentando los desafíos de una vida política marcada por la convulsión social.
Durante su presidencia, impulsó políticas de austeridad para estabilizar la economía y se destacó por su capacidad de diálogo en medio de tensiones internas. Su gobierno fue reconocido internacionalmente como un ejemplo de transición democrática en un país devastado por el conflicto armado.
En sus últimos años, Violeta Barrios vivió en el exilio junto a su familia, alejada de Nicaragua por la persecución del régimen de Ortega. Desde Costa Rica, continuó siendo una voz crítica y símbolo de resistencia cívica. En el comunicado familiar se expresa que sus restos permanecerán temporalmente en San José “hasta que Nicaragua vuelva a ser República y su legado pueda ser honrado en un país libre y democrático”.
Reconocida con múltiples premios internacionales, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, la figura de Violeta Barrios de Chamorro trasciende las fronteras de Nicaragua. Para muchos, representa un legado de dignidad, valentía y amor por la patria que seguirá inspirando generaciones. Su despedida marca el fin de una era, pero su memoria permanece viva en el corazón de su pueblo.
