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La reciente aparición conjunta de Pamela Anderson y Liam Neeson en la alfombra roja de Nueva York, durante el estreno de la película La pistola desnuda el pasado 28 de julio, volvió a encender las especulaciones sobre un posible romance entre ambas figuras del espectáculo internacional. Aunque ninguno ha confirmado oficialmente una relación sentimental, su presencia acompañados por sus respectivos hijos fortaleció las versiones de un vínculo cada vez más cercano.
De acuerdo con medios como People y Entertainment Weekly, fuentes cercanas a la producción describen la relación como una conexión auténtica en sus primeras etapas, nacida en el set de rodaje de la película. Neeson, de 72 años, y Anderson, de 57, coincidieron por primera vez durante la filmación, donde según sus propias declaraciones, descubrieron una química natural que trascendió lo profesional.
Durante la premiere, Anderson asistió junto a sus hijos Brandon Thomas Lee y Dylan Jagger Lee, mientras Neeson lo hizo acompañado por Micheál y Daniel Neeson. La imagen de ambos actores compartiendo el evento con sus familias proyectó un fuerte mensaje de cercanía y posible integración personal.
La relación habría sido alentada por el entorno de Neeson, incluyendo al presentador Andy Cohen, quien afirmó haber motivado al actor a dar una nueva oportunidad al amor tras 16 años de la muerte de su esposa Natasha Richardson. Por su parte, Anderson ha atravesado en los últimos años un proceso de transformación personal y búsqueda de estabilidad emocional, tras una vida sentimental marcada por la exposición mediática.
Ambos intérpretes provienen de trayectorias afectivas muy distintas, pero su vínculo actual se perfila como una segunda oportunidad basada en la madurez, el respeto y el afecto. Desde su primer encuentro público en junio en un restaurante de Florida, la pareja ha mantenido un perfil reservado pero constante en sus apariciones conjuntas.
Mientras continúa la gira promocional de la película, la historia entre Neeson y Anderson sigue desarrollándose con naturalidad, lejos del espectáculo tradicional, y con el respaldo de su entorno más íntimo.
